La Selección Mexicana cerrará el año 2025 como la mejor de la Concacaf, tras consagrarse campeona de la Nations League y la Copa Oro. Con estos títulos, Javier Aguirre cumplió su primera gran meta al frente del Tricolor, logrando los dos campeonatos oficiales previos al Mundial de 2026, al cual México accede de forma directa por ser país anfitrión.

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A pesar de los triunfos, el propio Aguirre reconoció que hay áreas que necesitan mejorar, especialmente en el sector defensivo. En la conferencia tras conquistar la Copa Oro, el ‘Vasco’ señaló que hubo errores puntuales en zona baja, como la falta de comunicación y reacción tardía en jugadas a balón parado.

En Defensa

Durante el torneo, México recibió solo tres goles, dos en fase de grupos ante República Dominicana y uno más en la final frente a Estados Unidos. Aunque la cifra es baja, estos errores defensivos podrían costar caro en instancias clave del Mundial. El tanto de la final cayó apenas al minuto 4 tras una desatención en un tiro libre, lo cual pone en evidencia la necesidad de trabajar mejor el fondo.

Momentos decisivos

Otro aspecto preocupante es el control emocional del equipo en momentos cruciales. La acumulación de tarjetas fue un punto en contra, ya que la ausencia de César Montes en los cuartos de final ante Arabia Saudita se debió justamente a sanciones. En total, el Tricolor sumó 11 tarjetas amarillas a lo largo del torneo, lo que demuestra la necesidad de mantener cabeza fría.

Además, la zona media también mostró falencias, especialmente en la transición hacia el ataque. Hubo momentos de desconcentración y mala toma de decisiones, lo que limitó el funcionamiento ofensivo, sobre todo en partidos cerrados donde se necesitaba más precisión en el último tercio de cancha.

Falta de coordinación

La falta de coordinación con el portero Luis Ángel Malagón fue otro tema señalado. En varias jugadas se evidenció la ausencia de comunicación efectiva entre defensa y arquero, algo que no costó caro en la Copa Oro, pero que en el Mundial puede ser determinante.

Con estos aspectos en mente, Javier Aguirre y su cuerpo técnico tienen tiempo para ajustar piezas clave antes del 2026. A pesar del dominio en la región, México deberá elevar su nivel y corregir los errores señalados si quiere competir de tú a tú contra las potencias mundiales. La base está, pero el trabajo continúa.