El Congreso mexicano está por encender otra vez la maquinaria. A partir del 1 de septiembre, arranca el segundo año de esta legislatura con una meta clara: sacar adelante las leyes secundarias del plan C. Y si algo dejó claro el primer año, es que esta mayoría no negocia: arrasa.
EL RÉCORD
No hubo año legislativo como el primero. En apenas dos periodos ordinarios, el Congreso aprobó 18 reformas constitucionales y 57 reformas legales. Es un récord. Y no se trata de cambios menores: tocaron justicia, seguridad, salud, educación, transparencia, movilidad y hasta el régimen electoral.
La joya de la corona fue la reforma judicial: se transformó por completo el diseño del Poder Judicial. La elección judicial por voto popular, aunque con apenas 12.8 millones de votantes y múltiples irregularidades, fue el broche de oro de la primera oleada. Un rediseño institucional que dejó atrás el modelo de Zedillo, para darle paso a una Corte más cercana a Palacio Nacional.
Las consecuencias no son abstractas: decisiones judiciales, como el freno a obras estratégicas o a reformas, ya no dependerán de juzgadores independientes. Ahora, el costo de contrariar al poder puede ser perder el cargo. Literal.
SEGUNDA RONDA
“Por lo menos 30 nuevas leyes”, anunció Ricardo Monreal para este nuevo periodo. Algunas ya tienen destino: reformas secundarias para darle dientes al nuevo Poder Judicial. Otras buscan ajustar el Código Penal, actualizar procedimientos, homologar leyes estatales de extorsión o regular temas polémicos como la prohibición de vapeadores.
También vendrá el paquete económico 2026, con presupuesto, miscelánea fiscal y Ley de Ingresos. Ahí se juega otra batalla: ¿cómo mantener el gasto social y los megaproyectos sin endeudar más al país? En junio, la deuda pública alcanzó los 17.8 billones de pesos. Es decir, cada mexicano debe 133 mil 500 pesos.
Y aunque muchos esperaban que en este periodo se discutiera la reforma electoral, Morena ha decidido postergarla para el periodo que inicia en febrero. Pero ojo: eso no significa que su aprobación esté garantizada. Al menos no en sus términos originales. Tanto PVEM como PT esperan con ansias conocer el proyecto presidencial para imponer sus condiciones.
MAYORÍA SIN FRENOS
Morena controla el Congreso. Tiene mayoría simple en ambas cámaras, y con el PT y el Verde, alcanza la mayoría calificada. Eso significa una cosa: no necesita negociar con nadie para cambiar la Constitución. Sólo con ellos mismos.
En la práctica, uno pensaría que tanto la Cámara de Diputados como el Senado serán una simple oficialía de partes. Pero habrá que esperar. Inicia un segundo año legislativo con heridas abiertas.
Entre los escándalos de Ricardo Monreal y Adán Augusto, se espera que la reunión que sostengan con Sheinbaum sirva para enderezar el camino… o acelerar nuevos cambios en los liderazgos.
Lo preocupante en este segundo año no es sólo la cantidad de leyes. Es la forma en que se aprueban: sin debate público, sin estudios de impacto, sin escuchar a expertos ni ciudadanos. Que las audiencias sean sólo trámites. Los foros, simulaciones. Y los dictámenes, el reflejo de una sola visión.
Ese estilo continuará, pero con sus matices. Porque cada ego legislativo buscará imponerse con cambios convenientes, ya con la mirada puesta en el 2030. Mientras tanto, la oposición sigue sin entender cómo frenar a una mayoría que legisla sin pedir permiso.
EL DATO INCÓMODO
La CURP biométrica será la llave de identidad de todo mexicano… pero administrada por una sola empresa privada. Segob destinará hasta 520 millones de pesos para que maneje sus bases de datos: nuestros nombres, huellas y rostros concentrados en un único contrato.



