RITA MAGAÑA
El coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, reconoció que el caso de Jesús Murillo Karam, exprocurador general de República, acusado de los delitos de desaparición forzada, tortura y contra la administración de la justicia por el caso Ayotzinapa, será una “prueba de fuego” para el Poder Judicial.
Deseó que el juez sea estricto en la resolución de la situación jurídica, porque eso enaltecerá al Poder Judicial si así ocurre lo ubicará en un lugar de autonomía real.
Aunque, reconoció que pareciera que las pruebas que acusan a Murillo Karam son insuficientes, pero él tiene confianza en la justifica federal, “es una prueba de fuego por la que atravesará el juez de Control y es una oportunidad para que la justicia realmente no admita presiones”.
El presidente de la Junta de Coordinación Política se refirió a la situación penal que enfrenta Murillo Karam, al señalar que tiene una opinión positiva del titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero, y confió en que la base de la acusación sea debidamente valorada por el juez de Control.
En conferencia de prensa, Ricardo Monreal recordó que el fiscal hizo una imputación y ahora le corresponde al juez calificar y determinar la situación jurídica del denunciado.
Se pronunció porque existan las pruebas suficientemente claras y contundentes para actuar en uno u otro sentido.
Indicó que no es fácil acreditar las conductas tal y como están planteadas, “no conozco todas las pruebas, pero las que he visto, no lo sé, parecieran ser insuficientes, será el juez de Control quien decida y no es fácil por el ambiente que sea desatado en los medios de comunicación y en las redes”.
“Hay un clima de linchamiento previo, sin haber sido escuchado en juicio. La presunción de inocencia y el debido proceso son principios constitucionales, la base del sistema penal mexicano, si este se altera nada tenemos que hacer”, expresó.
En otro tema, declaró que él no atacará al presidente Andrés Manuel López Obrador como estrategia para crecer entre la militancia del partido en sus aspiraciones por la candidatura presidencial de Morena rumbo a las elecciones del 2024.
Aceptó el derecho que tiene el presidente de invitar y hablar de las “corcholatas” que él desee, pero por esto no ha habido “piso parejo”.
Se manifestó por no ahondar en la confrontación ni en la división, porque lo que requiere México es un ánimo conciliador, “me siento tranquilo, con ánimo y entusiasmo, porque a veces las ausencias son más notables, justificadas y significativas, estoy luchando a la buena”.