La presidenta Claudia Sheinbaum enfrentó cuestionamientos sobre la percepción de que su gobierno prestó mayor atención a Michoacán que a Sinaloa, ante lo cual sostuvo que ambas entidades reciben apoyo federal y que el comportamiento delictivo en cada una responde a configuraciones de violencia distintas.

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“Es distinto al fenómeno de Michoacán al de Sinaloa”, dijo, lo que a su juicio aclara por qué la estrategia se ajusta según la presencia y dispersión de grupos armados, sin que ello implique un trato desigual hacia la población sinaloense ni omisiones institucionales en materia de seguridad pública.

A la hora de explicar esa diferencia, la mandataria precisó que en Michoacán convergieron más agrupaciones criminales y ello derivó en dinámicas territoriales complejas, aunque insistió en que esta variación no significa que el gobierno federal se haya apartado de Sinaloa, porque su administración mantiene presencia permanente en esa entidad.

Refirió que el secretario de Seguridad Pública, Omar García Harfuch, acude con regularidad para sostener diálogos con sectores productivos y evaluar necesidades, de modo que su gabinete se mantiene atento a las inquietudes empresariales y sociales con el propósito de fortalecer acciones y ajustar operativos conforme a los indicadores disponibles en cada región del estado.

Sobre la evaluación puntual de Sinaloa a más de un año de los episodios de violencia intensa que marcaron la atención nacional, la presidenta ofreció revisar los indicadores en una sesión próxima del Gabinete de Seguridad, pero adelantó que, según las encuestas del INEGI, Mazatlán registró un incremento en la percepción de seguridad.

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“No estoy minimizando ni mucho menos, pero en las propias encuestas del INEGI hay un crecimiento de percepción de seguridad, no de inseguridad”, lo que, según explicó, también ocurrió en otras ciudades de la entidad, mientras el gobierno federal mantiene seguimiento puntual para asegurar que las acciones vigentes continúen generando impactos en zonas urbanas y turísticas.

Admitió que Culiacán representa el punto más complejo del estado por su centralidad demográfica y por la forma en que la violencia reorganizó condiciones locales en diversos momentos, por lo que reiteró que el gobierno federal apoya al estado en esa región de manera directa.