Sheinbaum, en campaña; AMLO en riesgo; Olga y su falso discurso

¿Y qué hacia ayer Claudia Sheinbaum Pardo en Chiapas, en la gira de Andrés Manuel López Obrador? La jefa de gobierno, abiertamente en campaña por la candidatura presidencial de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en 2024, se placea, se siente respaldada por el inquilino de Palacio Nacional. Desde que asumió el cargo, allá por diciembre de

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¿Y qué hacia ayer Claudia Sheinbaum Pardo en Chiapas, en la gira de Andrés Manuel López Obrador?

La jefa de gobierno, abiertamente en campaña por la candidatura presidencial de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en 2024, se placea, se siente respaldada por el inquilino de Palacio Nacional.

Desde que asumió el cargo, allá por diciembre de 2018, la exdelegada en Tlalpan y secretaria de Medio Ambiente en el gobierno de Andrés Manuel en el entonces Distrito Federal, se la ha vivido en campaña.

Hasta el logotipo de su administración, en verde limón, lo integran una C y una S entrelazadas.

Sus siglas, está claro.

Tras la paliza del 6 de junio, cuando la alianza del PAN, PRI y PRD se llevó nueve alcaldías, a su jefe, protector e impulsor ordenó deshacerse del verde y una reestructuración en el mando político.

Por eso envió a Martí Batres a la secretaría de Gobierno y se deshizo de Alfonso Suárez del Real.

Por eso ordenó a Claudia cambiar el color de identificación de su gobierno y pintarlo de guinda, blanco y marrón. Le metieron unas franjas verdes.

El objetivo es morenizar la capital del país, para recuperar un mercado de al menos cinco millones de votos perdidos el 6 de junio por la caída en la credibilidad de Andrés Manuel y su cuarta transformación.

La epidemia de Covid-19 y su manejo errático que han significado 500 mil muertes, así como temas candentes como el de la escasez de medicinas y los obsesivos recortes para poder regalar dinero mediante las becas, que derivan en votos, son algunas de las causas de la debacle en la CDMX y el Estado de México.

En suelo mexiquense también tuvo una derrota estrepitosa.

Perder Tlalnepantla y Naucalpan no es cualquier cosa.

Y él lo sabe.

El argumento oficial para la visita de Sheinbaum ayer a Chiapas fue la exposición de la reconstrucción de la ciudad, después de los sismos de 2017, un año antes de que entrara al gobierno.

-En el caso de Claudia Sheinbaum, la verdad, como en el caso de otros gobernantes, me aligeran la carga porque actúan con responsabilidad. Claudia, como Rutilio, como la mayoría de los gobernadores, ayuda a empujar el elefante, dijo Andrés Manuel al deshacerse en elogios.

Sheinbaum Pardo fue señalada por Andrés Manuel junto a Marcelo Ebrard Casaubon como aspirantes a sucederlo en 2024, “siempre y cuando el año próximo en la revocación de mandato el pueblo sano y sabio lo respalden para que concluya el sexenio” para el que fue elegido.

Ayer la elogió una vez más:

-Claudia me ayuda a mover el elefante, dijo en reiterada referencia al gobierno que heredó.

Está claro que es la consentida de Andrés Manuel, porque significa la continuidad de su gobierno.

Manipular a Marcelo Ebrard, aunque es su carnal, sería más complicado y así quedó demostrado en el gobierno capitalino.

Esa es la ventaja de Sheinbaum: sólo obedece.

 

La CNTE y el presidente en riesgo

Lo sucedido ayer en Chiapas no puede ser.

Pero Andrés Manuel no entiende.

Con su discurso de cercanía y de que el pueblo sabio lo ama, insiste en bajar la ventanilla como cualquier hijo de vecino.

Y, como dice él:

¡Nooo!

Eso nooo.

Los maestros integrantes de la disidente Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que lo abordaron ayer para exigir respeto a plazas y cumplimiento de las ofertas de campaña, aunque firmes no violentaron los vehículos presidenciales, sí.

¿Pero y si se cuela un demente?

¿Qué necesidad hay de correr ese riesgo?

-Me respetan y luego hablamos, decía a los protestantes.

-No te preocupes.

Yo estoy acostumbrado a eso.

-¡No habrá mañanera!, gritaban los inconformes.

– No puede el presidente de México ser rehén de nadie.

No voy a entrar por la fuerza.

No son muchos y podría entrar a la conferencia, pero decidí no hacerlo.

Es como una protesta.

Y por la investidura presidencial no puedo someterme a los caprichos de nadie.

Pude haberles dicho, “sí, nos vemos el lunes en la Ciudad de México”.

Pero no son buenos modos y no hay respeto.

Entonces, quise protestar, también para no perder la costumbre.

Porque yo vengo de la protesta, dijo en un video grabado en la camioneta, que se transmitió en la mañanera sin presidente.

 

Vámonos: -Tú te legitimas como el gran líder, porque todo el mundo te respetamos, porque eres un gran líder.

Te lo digo desde el fondo de mi corazón.

Olga Sánchez Cordero, ex secretaria de Gobernación, al ser votada como futura líder del Senado, y dirigirse a Ricardo Monreal, coordinador de los senadores morenistas.

Suena más falso que las condolencias de Salinas a Diana Laura Riojas, viuda de Colosio.

 

albermontex@yahoo.es                  @albermontmex