Silvia Pinal, musa de Diego Rivera y Luis Buñuel

Silvia Pinal produjo durante 23 años ininterrumpidos el programa ‘Mujer, casos de la vida real’, mismo que igualmente conducía.



Cuartoscuro.com

Silvia Pinal nació en Guaymas, Sonora, el 12 de septiembre de 1931 y pese a la adversidad, pudo cumplir su sueño de dedicarse al mundo de las artes, a tal grado, que llegó a ser musa de genios como Diego Rivera y Luis Buñuel.

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Hija de María Luisa ‘Marilu’ Hidalgo Aguilar, quien la concibió a los 15 años producto de su relación con Moisés Pasquel —padre biológico de Silvia y un hombre importante en la famosa estación XEW—, Silvia se fue a vivir desde muy pequeña con Concha, la única hermana de ‘Marilú’ quien se había logrado independizar y vivía sola.

La madre de Silvia decidió alejarse de Moisés debido a que se enteró ya embarazada que era casado e incluso su hijo mayor era mayor que ella. Por ello, su mamá la crió sola, así como su abuela lo había hecho con sus seis hijas.

A su madre ‘Marilu’ le encantaba bailar y cantar. Tanto, que formó parte de la compañía de danza de Eva Pérez Caro y heredó el gusto por las artes a la entonces pequeña soñadora Silvia Pinal.

Cuando Silvia tenía cinco años, su madre conoció a un hombre llamado Luis G. Pinal, de quien se enamoró y reconoció a Silvia como su hija y le dio su apellido.

Silvia estaba segura de que quería ser artista, pero tenía un gran problema, pues Luis G. Pinal no lo aprobaba, ya que él era conservador y veía al mundo del espectáculo como algo pecaminoso.

Pero Silvia se las arregló para convencerlo y a los 11 años empezó a estudiar ópera.

Su tía Concha la llevaba consigo a la XEW donde un desconocido le regalaba cosas, la consentía y jugaba con ella, sin imaginar que se trataba ni más ni menos que de Moisés Pasquel, su verdadero padre.

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Al entrarse de que su papá era en realidad otra persona, Silvia se derrumbó, y aunque posteriormente perdonó a su madre por ocultarle la verdad, no dejó de frecuentar a quien le dio la vida.

Sin embargo, la prensa amarillista publicó que Pasquel “se paseaba con una señorita muy bonita, con unas piernas preciosas, por los pasillos de la estación”, por lo que Moisés le prohibió a Silvia decir que era su padre porque su familia no podía enterarse de que tenía una hija ilegítima.

Eso rompió la relación entre ambos y destrozó a Silvia, una vez más por culpa de la inestabilidad emocional de su padre.

Ya con ‘Marilu’ y Luis G. Pinal nuevamente, su padrastro le pidió que estudiara una carrera antes de dedicarse de lleno al canto y la actuación.

Así fue como Silvia eligió la carrera que más se le facilitaba en aquel entonces para salir del problema y comenzó a estudiar taquimecanografía en el Instituto Washington.

En un evento de la escuela, Silvia conoció a Rubén Rojo y Manolo Fábregas, este último, después sería decisivo en su carrera como actriz, pues fueron novios por 20 días, pero se quedaría en su vida para siempre como un apoyo incondicional en el medio artístico.

Pinal ingresó al INBA donde tuvo como maestros nada más y nada menos que a Carlos Pellicer, Salvador Novo, Xavier Villaurrutia y otros célebres personajes icónicos de la cultura nacional.

Silvia conoció a Rafael Banquells durante una audición para su compañía de teatro experimental.

El prestigioso actor y director en la llamada Época de Oro del Cine mexicano, se enamoró de ella a primera vista y con él contrajo nupcias por primera vez. Así, Pinal logró obtener su primer protagónico profesional en la obra ‘Nuestra Natacha’.

Banquells le abrió las puertas de la farándula a Pinal, cuya primera oportunidad en el cine se dio en 1948 de la mano del director Miguel Contreras Torres en la cinta ‘Bamba’. Y ya nada la detuvo.

Su fama fue internacional, tanto, que fue musa de artistas de la talla de Diego Rivera y de directores de cine importantes de la época como Luis Buñuel.

En televisión, el programa ‘Fiesta musical Ford’ la marcó de por vida, pues en una ocasión se le rompió un tirante de su blusa dejando desnudo uno de sus pechos.

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Pinal produjo durante 23 años ininterrumpidos el programa ‘Mujer, casos de la vida real’, mismo que igualmente conducía.

Como productora teatral, llegó a tener su propio espacio, el teatro Silvia Pinal en la colonia Roma de la Ciudad de México.

Doña Silvia Pinal se casó en cuatro ocasiones. Silvia, Viridiana, Alejandra y Luis Enrique fueron sus cuatro hijos, siendo —quizás—Alejandra la más famosa al ser hija del rockero Enrique Guzmán y forjar su propia trayectoria como cantante, donde adquirió fama por su ronca voz.

Silvia estuvo casada con el político Tulio Hernández, por lo que fue Primera Dama de Tlaxcala. Y además, se desempeñó como diputada, asambleísta y senadora por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Una vida llena de alegrías pero también de sinsabores; una envidiable trayectoria y una fama global. Esa fue Doña Silvia Pinal, Que En Paz Descanse.