AIDA RAMÍREZ

Foto: Cuartoscuro

Luego de un mes de que falleciera Antonio Monroy en el restaurante bar La Polar, a manos de uno o varios de los trabajadores del establecimiento que participaron directa o indirectamente en el homicidio, la justicia no se ha hecho presente en este caso, ya que además, ninguno de los posibles implicados está detenido.

En ese sentido, la Policía de Investigación de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México no tiene, al final, a ningún detenido, y sí tiene pendientes por cumplimentar al menos cuatro órdenes de aprehensión, contra personas relacionadas con el homicidio.

En un recorrido por la zona donde por más de 30 años se ubicó La Polar, en la colonia San Rafael, el local continúa con los sellos de clausura y bajo el resguardo de la fiscalía, así como de la misma alcaldía Cuauhtémoc.

Cabe señalar que de las tres personas que se pudieron detener, las mismas fueron liberadas, ello, luego de que el pasado 16 de enero, un juez de control dejó en libertad a Román Ignacio “N”, jefe de valet parking de La Polar, quien fue detenido el por elemento de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y a quien la Fiscalía lo había acusado de tener responsabilidad en la muerte de Antonio Monroy, de 45 años.

Sin embargo, el juzgador determinó que no había elementos suficientes para iniciar un proceso penal en su contra; y es que, si bien su defensa acreditó que sí estaba en el sitio el día de los hechos, también pudo comprobar que no participó en la agresión contra Monroy.

En cuanto a los dos detenidos por la Policía de Investigación durante un cateo al establecimiento, esto es, Braulio Gerardo “N” y Óskar David “N”, trabajadores de “La Polar”, quienes ingresaron al sitio violando los sellos de resguardo, ambos fueron vinculados a proceso.

Ello, se indicó, por su probable participación en el delito de quebrantamiento de sellos, ilícito por el cual se les impuso la medida cautelar de prisión preventiva justificada, aunque hace unos días abandonaron el reclusorio, después de que se les otorgó una suspensión condicional del procedimiento.

Aunque las autoridades judiciales y del gobierno capitalino aseguraron que se haría justicia en este caso, hasta la fecha sigue pendiente la captura de principal agresor, esto es, Sergio Gama, El Chiquilín, jefe de seguridad del restaurante, así como Carlos Gustavo “N”, elemento del Cuerpo de Seguridad Auxiliares del Estado de México (CUSAEM).