Los Ángeles Rams han embestido con mayor fuerza a unos Buffalo Bills, que se quedaron viendo estrellitas mientras los Kansas City Chiefs se frotan las manos al tener vía libre en la Conferencia Americana. Contra todo pronóstico, Sean McVay y compañía se las ingeniaron para contener a un Josh Allen que se convirtió en el primer jugador en la historia de la NFL con tres pases de touchdown y tres acarreos de anotación en un solo partido.
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Los Bills no pudieron ganar terreno en la carrera por el primer puesto de la AFC a pesar de tener un récord de 10-2 con una victoria directa sobre los Chiefs y no podían darse el lujo de perder un partido. Pero ocurrió ante un rival contra el que no estaba presupuestado caer. Los Rams se impusieron por marcador de 44-42 en este fuego cruzado.
Los Ángeles tenía marca de 6-6 antes del partido, pero aún así emboscaron a los Bills con todo y los seis touchdowns de Josh Allen, quien igualó lo hecho por Otto Graham de Cleveland Browns, quien lo hizo en los Playoffs de 1954 contra los Detroit Lions, aunque el pasador de Buffalo lo ha hecho por primera vez en la era del Super Bowl.
Los Ángeles comenzó rápido, consiguió un gran bloqueo de despeje para un touchdown y movió el balón con facilidad ante la defensa de los Bills. En tanto, Buffalo volvió al juego, con un pase de touchdown de Allen que redujo la ventaja de Los Ángeles a 38-35 en el cuarto periodo, pero la defensa no pudo lograr una parada crítica después de eso y el touchdown de 19 yardas de Puka Nacua justo después de la advertencia de los dos minutos ayudó a sentenciar el juego.
What a block by Coop. What a run by Puka.
📺: @NFLonFOX | #RamsHouse pic.twitter.com/fAp5s5Mr0yLos Bills cayeron a 10-3 y a un partido y medio detrás de los Chiefs, que llegaron al juego del domingo por la noche con un récord de 11-1. La derrota no dice mucho sobre los Bills. Cruzaron el país y perdieron contra un equipo bien entrenado que todavía está en la carrera por los Playoffs. Algo que si bien no estaba en el script, no debería ser del todo sorpresivo.Pero es el tipo de derrota que podría significar que los Bills tengan que viajar al Arrowhead Stadium en enero.
La defensa de Buffalo podría comenzar a sentirse algo más que avergonzada. Sobre todo porque su mariscal de campo consiguió seis touchdowns y solo debían contener a sus rivales cuando menos un par de series para encaminar el triunfo.
Desde el principio quedó claro que los Bills iban a tener un partido difícil. En la primera posesión de los Rams, avanzaron 70 yardas en 12 jugadas, y Kyren Williams anotó un touchdown. Los de la NFC Oeste ganaban 10-7 cuando hicieron la jugada que cambió el ritmo. El linebacker de los Rams, Jacob Hummel, llegó por el medio de la línea de los Rams en un despeje, logró un bloqueo limpio y el ala cerrada Hunter Long lo recogió y lo devolvió para avanzar 22 yardas y anotar un touchdown.
Los Bills tardaron un tiempo en recuperarse después de eso. Los Ángeles construyó una ventaja de 31-14 al comienzo de la segunda mitad. Los Rams tuvieron un día eficiente en la ofensiva. Puka Nacua tuvo un gran juego con 12 recepciones para 162 yardas.
Buffalo ha jugado bien en defensa la mayor parte de la temporada, pero Sean McVay y la ofensiva de los Rams tenían respuestas para ellos. Buffalo volvió al juego con dos touchdowns rápidos para comenzar el último cuarto, pero los Rams hicieron una larga serie para consumir la mayor parte del tiempo. Los Rams obtuvieron una gran conversión de cuarta y 5 con menos de cuatro minutos para el final, con Stafford conectando con Tutu Atwell por el medio para un primer intento.
Los Bills armaron otra serie anotadora después de eso. Tuvieron una jugada de quarterback sneak fallida, y eso les salió caro porque Buffalo pidió su primer tiempo muerto después de eso. Eso les dio solo dos tiempos muertos después de que Allen anotó, lo que les costó la oportunidad de recuperar el balón después de una patada corta fallida.
Los Rams necesitaban una victoria para mantenerse en la carrera por la NFC Oeste, con una pequeña posibilidad de conseguir un puesto de comodín. Jugaron con la urgencia de un equipo que necesitaba dar una gran sorpresa. Buffalo también tenía urgencia, pero no jugó lo suficientemente bien contra un equipo de los Rams que estuvo encendido.
Kansas City no necesita ser el primer clasificado para llegar al Super Bowl, como se vio la temporada pasada, pero no lo ven para nada con malos ojos. Aún hay posibilidades de que los Bills o incluso los Pittsburgh Steelers (10-3) alcancen a Kansas City por el primer puesto y la semana de descanso, pero se vuelve más difícil con cada derrota. Los Bills habían ganado siete partidos seguidos antes del domingo. Ahora, es tiempo de levantar la cabeza.