La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió elevar 50 puntos bases su tasa de referencia, para ubicarla en 5.50 por ciento, con efectos a partir de este viernes.
Ello, según explicó en el comunicado de Decisión de Política Monetaria, con el fin de detener el agresivo aumento de precios que enfrenta la economía mexicana.
Por lo anterior, “en las siguientes decisiones de política monetaria, la Junta de Gobierno vigilará estrechamente el comportamiento de las presiones inflacionarias, así como el de todos los factores que inciden en la trayectoria prevista para la inflación y en sus expectativas”, señaló en el comunicado.
En este sentido, cabe señalar que fueron Alejandro Díaz de León Carrillo, en su calidad de gobernador y por última ocasión, así como los subgobernadores Irene Espinosa Cantellano, Galia Borja y Jonathan Heath, quienes votaron por elevar la tasa, mientras que el subgobernador Gerardo Esquivel votó porque el incremento fuero de 25 puntos base.
La Junta estimó que el último trimestre de este año concluirá con una inflación de 7.1 por ciento, frente al 6.8 por ciento estimado con antelación.
Aseguró que “evaluó la magnitud y diversidad de los choques que han afectado a la inflación y a los factores que la determinan, el riesgo de que se contamine la formación de precios y los retos por el apretamiento de las condiciones monetarias y financieras globales”.
El instituto central señaló que, la información a octubre muestra reactivación de la actividad económica, luego de la contracción del tercer trimestre; pero se mantiene un entorno incierto y se prevén condiciones de holgura, con marcadas diferencias entre sectores.
Asimismo, señaló que las presiones inflacionarias globales e internas continúan afectando a la inflación anual general y subyacente, que en noviembre registraron 7.37 por ciento y 5.67 por ciento, respectivamente; y las expectativas de inflación general y subyacente para 2021, 2022 y para los próximos 12 meses “volvieron a incrementarse, así como las de mediano plazo, mientras que las de largo plazo se han mantenido estables en niveles superiores a la meta”.
El Banxico comentó que los pronósticos de inflación general y subyacente se revisaron nuevamente al alza, especialmente los de 2022 y se prevé que sus mediciones anuales disminuyan en mayor medida a partir de un año y que converjan a la meta de 3.0 por ciento hacia finales del horizonte de pronóstico.
No obstante, advirtió que estas previsiones están sujetas a riesgos en donde al alza están las presiones inflacionarias externas; presiones de costos; persistencia en la inflación subyacente en niveles elevados; depreciación cambiaria y aumentos de precios agropecuarios y energéticos.