Ante la situación de desigualdad que padecen mujeres, niñas y adolescentes, que encuentra su peor expresión en la violencia y discriminación, se debe actuar y transformar esa realidad, al erradicar el sistema patriarcal que lo origina, el “machismo”, prejuicios, estereotipos y todos lo que propicia condiciones de desigualdad.
Así lo afirmó la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Yasmín Esquivel Mossa, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, que se celebrará este lunes.
Mencionó que es una desigualdad arraigada en todas las estructuras de la sociedad, reforzada por normas sociales discriminatorias y estereotipos de género que dictan la conducta, funciones, intereses y contribuciones que se esperan de las mujeres y los hombres en la vida pública y privada.
Además, agregó que está relacionada con la corrupción, guarda una relación estrecha con la ineficiencia de las instituciones públicas, cuando éstas son incapaces de responder a sus atribuciones y responsabilidades.
Por ello, indicó que es uno de los más importantes retos que se debe refrendar el compromiso que tenemos para transformar la realidad de nuestras mujeres, niñas y adolescentes.
“Hoy día, el acento debe estar en un eficaz combate a la creciente violencia y que las mujeres víctimas tengan la posibilidad de acceder a la justicia, lo que pasa necesariamente por poner fin a la corrupción y a la impunidad, dos fenómenos indisolubles, catalizador uno del otro” precisó.
Esquivel Mossa consideró relevante que como sociedad se mantenga el sentimiento de indignación ante todo hecho de violencia contra las mujeres.
“Resulta relevante que, como sociedad mantengamos el sentimiento de indignación ante todo hecho de violencia contra las mujeres, mientras las posturas institucionales o sociales sean la indiferencia o la normalización de esas conductas.
“No existirá la posibilidad de construir de manera conjunta soluciones a las demandas de seguridad y justicia”, destacó Yasmín Esquivel Mossa.
Afirmó que cuando las posturas institucionales o sociales sean la indiferencia o normalización de esas conductas, no existirá la posibilidad de construir de manera conjunta soluciones a las demandas de seguridad y justicia.
La ministra comentó la importancia de establecer un Día Internacional de la Mujer, más allá de una simple conmemoración de la lucha de las mujeres en el mundo por lograr la igualdad o una reflexión que pudiera quedarse sólo en eso, debe ser un punto de partida para que las instituciones públicas, la sociedad y todos “vayamos a la acción en busca de solucionar al problema que aqueja a este sector.
Insistió en que se debe voltear la mirada hacia la situación de desigualdad que padecen todavía muchas mujeres, niñas y adolescentes y erradicar el sistema patriarcal que le da origen, pero también el machismo, los prejuicios, estereotipos y todos aquello que propicia condiciones de desigualdad hacia la mujer.
Expresó que los problemas de la mujer, que constituye la mitad de la población mundial, son los de la sociedad en su conjunto, los cambios en la actual situación económica, política y social de la mujer deben ser parte integrante de los esfuerzos por transformar las estructuras y actitudes que obstaculizan la verdadera satisfacción de sus necesidades.