Tarde memorable en Aguascalientes 

Héctor Gutiérrez indulta a un toro de Corlomé, en tarde de oficio de Luis David y valor de Diego Sánchez



Fotos: MANOLO BRIONES

AGUASCALIENTES.- El Serial Taurino de la Feria Nacional de San Marcos abrió este domingo con su primera corrida de toros en la que aparecieron los nombres de tres jovenes hidrocálidos, Diego Sánchez, Luis David, y Héctor Gutiérrez, ante un encierro de Corlomé. Los tres apostaron todo, en una tarde que marcó un gran inicio ferial, memorable al final, con una nueva página escrita en la historia del coso monumental. 

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Diego Sánchez, y una exposición de oficio, técnica y deseo de ir a más, pero imposible fue el lucimiento ante las condiciones de su primero de Corlomé, deslucido, incierto, y de medias embestidas.

Trazos sueltos por el izquierdo, con calado. Ante su segundo, Diego Sánchez, la entrega y la verdad, un puntazo en el glúteo izquierdo que no impidió la faena en la que apostó todo ante el peligro que tuvo su toro de Corlomé que ya había herido al subalterno Edgar Camacho. Oreja, de ley, ante la inexplicable y errónea decisión del Juez de Plaza, César Pastor, de premiar al toro con arrastre lento. 

Foto: Manolo Briones

Para Luis David, su primero, “Quinto Sol”, fue un toro importante, con un notable buen pitón derecho y la franqueza en las embestidas que dieron paso a una faena con series templadas. Malogró con el acero, escuchó un aviso, y dividió las opiniones. El toro fue aplaudido en el arrastre.

El quinto, “Centauro de Oro”, de Corlomé, permitió a Luis David la entrega con su afición. Dispuesto desde el saludo con el capote, destacando con las zapopinas y los tres buenos pares de banderillas. Faena de buena estructura, acertando con el acero, dos orejas con ligeras protestas. 

Héctor Gutiérrez se estrelló con el deslucido tercero, al que le buscó por ambos pitones, aguantando los parones, pero la faena no alcanzó el vuelo suficiente. De uno en uno por derecho, fue la fórmula para robar los muletazos, siempre en sitio, y con cabeza fría. Se retiró entre palmas.  “Puro Oro”, de 537 kilos, número 17, un gran toro de Corlomé que indulta Héctor Gutiérrez, que se encumbra ante su afición con una faena plagada de hondura, temple y clase.

La naturalidad de su toreo expuesta en esta actuación que hace historia en la Monumental Aguascalientes que celebra 50 años. 

Diego Sánchez, valor y apuesta 

Diego Sánchez, dispuesto a todo, se fue a porta gayola a recibir al primero de la tarde, “Cincuentón”, de Corlomé, de 538 kilos, número 51, Buena brega posterior del hidrocálido que se recreó también por verónicas. Buena pelea dio al caballo de Héctor Cobos, que dejó un puyazo que fue reconocido por la afición. Muy dispuesto anduvo Diego Sánchez, que acortó la distancia para recrearse por gaoneras, aunque han sido muy desdibujadas debido a la poca colaboración del astado.

El brindis a su padre, el matador Luis Fernando Sánchez, y a su madre, la señora Laura, que siempre han sido un pilar en la carrera profesional del matador que una vez más levantó la mano en la búsqueda del triunfo. Una muleta, pintaba bajo la insignia de Vive Libre, no llamó la atención del débil ejemplar de Corlomé, de medias embestidas, soso, y carente de emoción.

Buen oficio de Diego, ante lo incierto del burel, que además perdió las manos, en repetidas ocasiones. Y aunque un sector del público pedía que ya terminara la faena, se quedó en la cara del toro y regaló los dos mejores muletazos, pero en el remate, el de Corlomé se echó a la arena. La rúbrica ha sido una buena estocada; el toro fue pitado en el arrastre y Sánchez, cosechó palmas. 

“Cincuenta Raíces”, de 522 kilos, cuarto de la tarde, al que Diego Sánchez bregó en el saludo capotero que remató con una media. Un toro que tuvo un peligro latente, y así lo demostró en banderillas cuando cazó al subalterno Edgar Camacho, que fue herido.

Foto: Manolo Briones

Un silencio que cambió el ánimo de la plaza fue evidente, cambiando a segundos por otro estruendo cuando Diego Sánchez, que ya había comenzado su faena de muleta también era prendido, llevándose una tremenda voltereta, no se miró la ropa, y se puso de pie para tomar el engaño y firmar una faena poderosa, con un valor y arrojo de los que nos recuerdan la auténtica vocación del torero.

Una gran estocada y un público de pie que le reconoció su desmedida entrega. Pasaportó de buena estocada, cortando una oreja a ley, a sangre y fuego, pues llevaba la cornada en el glúteo izquierdo. El premio de Diego, merecido, pero lo del toro rayó en lo inaudito. Muy mal el criterio del Juez de Plaza, César Pastor, de otorgar arrastre lento al toro. 

Luis David, golpe de autoridad 

Luis David Adame, con “Quinto Sol”, de 534 kilos, también demostró ir a por todas, y así se fue a recibir a porta gayola, sin el acomodo en el quite, después decidió tomar los palos y cubrir el Tercio de Banderillas, con tres buenos pares, exaltando la facilidad y el lucimiento. Por bajo dio comienzo a su faena en la que no tardó en encontrar la potabilidad y calidad del toro que por derecho embistió franco.

Siguió Luis David en ese pitón para ligar una serie donde el toreo fue más asentado, y con mayor duración. Ha tenido mucho motor el toro y se reflejó en esas tandas más largas donde el muletazo también ha sido más profundo, así como el acompañamiento como el pase de la firma. Por el izquierdo, un peligro latente y embestidas más cortas, no fue esta la ruta a seguir, regresando muy pronto a la senda derechista en la que culminó lo que fue una faena que nos mostró a un torero con mayor madurez.

Nadie dudará la importancia que este toro tendrá en la carrera de Luis David, que concluyó también por bajo. Ha estado francamente mal con la espada, y un triunfo de nota alta se esfumó. Escuchó un aviso, además, dividió las opiniones; el de Corlomé, aplaudido en el arrastre

El quinto, “Centauro de Oro”, de 544 kilos, ha sido el segundo del lote de Luis David Adame, quien destacó en un vibrante quite por zapopinas en las que puso su propio estilo. Quiso llevar a más su tarde y volvió a apostar por las banderillas, dejando tres buenos pares con mucha espectacularidad.

Construyó una faena muy sólida, de entrega, toreando por ambos pitones, series construidas bajo el temple. Sin duda, era la tarde que llevaría a encumbrarase a Luis David ante su afición, que hoy impuso su poder, dando un golpe sobre la mesa, y por ello, redondeó así su faena, con una gran estocada. Cortó dos orejas, con algunas protestas. 

Foto: Manolo Briones

El gran nivel de Héctor Gutiérrez

El tercero, “Forjado en 50”, de 526 kilos, tocó en suerte a la sólida tauromaquia de Héctor Gutiérrez. El de Corlomé tuvo la voluntad de embestir,  pero se quedaba muy corto, terminando el muletazo con la cabeza arriba, saliendo muy suelto, y desluciendo el claro planteamiento del hidrocálido que le buscó por ambos pitones, aguantando los parones, pero no alcanzó el vuelo suficiente.

De uno en uno por derecho, fue la fórmula para robar los muletazos, siempre en sitio, y con una cabeza muy fría. La afición reconoció su esfuerzo y le premió con palmas, en tanto, el de Corlomé, fue pitado. 

“Puro Oro”, de 537 kilos, número 17, el sexto de la tarde, para Héctor Gutiérrez, que en el centro del ruedo comenzó una faena donde la naturalidad brotó de las manos, despacio, a compás, por ambos pitones, con pulso, temple y verdad.

Foto: Manolo Briones

Que entonada ha sido su labor, y que bien ha estado Gutiérrez, quien se dejó el alma en esta la tarde en la Monumental Aguascalientes. La gente se volcó a verlo y al grito de ¡Torero, torero! le clamaron.

El toro de Corlomé, fue extraordinario, tuvo clase en sus embestidas, nobleza, y ese franco recorrido que acompañó el buen toreo del hidrocálido que ligó el sentimiento por la senda derechista, con empaque y verdad. Alta nota de Gutiérrez en una labor donde también toreó en redondo con esos detalles al final de cada serie que lo hacen diferente.

Se puso a torear como pocos, en un sitio donde los que entregan el corazón y aquilatan los sueños. Gutiérrez, forjado a fuego, hoy vio cristalizada una apuesta más de su carrera profesional con el indulto de un extraordinario toro. La historia ya se escribió. Compartió la vuelta al ruedo con los ganaderos y al final salió en volandas junto a Luis David.