PILAR MANSILLA
Foto: Efe / Pilar Mansillas – Ovaciones
“The Eras Tour” logró juntar parejas, amigos, posponer viajes y crear 65 mil historias que desembocaron en un mismo objetivo, acudir al primer concierto que ofreció Taylor Swift en el Foro Sol este jueves a partir de las 21 horas.
Adultos y jóvenes comenzaron a arribar al Foro Sol ataviados con el outfit más apegado a lo que la cantautora utiliza durante sus conciertos y, principalmente con lo que los fans se identificaban con los álbumes que ha lanzado desde que inició su carrera en 2004.
Vestidos, sacos, trajes brillantes, flores llamativas, coronas, piedras de colores pegadas en la cara y trajes negros que “reflejan el empoderamiento”, a decir de Veyling, en el disco Reputation que lanzó en noviembre de 2017.
Padres que decidieron acompañar a sus hijos y que también trataron de arreglarse para la ocasión y no lucir “diferente” parecían ser los más nerviosos, Lorena, mamá de Diana preguntaba a quien pasaba enfrente de ella qué era lo que podían pasar, al tiempo que le negaba a su hija comprarle la blusa o las pulseras que muchos adquirían con los vendedores que se acomodaron afuera de las instalaciones.
“Las pulseras te las puedo comprar en otro lado y salen más baratas”, argumentaba Lorena, quien también aprovechaba para la ocasión para preguntar por dónde tenían que acceder a la zona general.
La vestimenta no era lo único que identificaba a las personas que asistirían al concierto en las inmediaciones de los vecinos y usuarios del metro que intentaban pasar y cruzar las calles con tanta gente. El gafete con la foto de la cantante estadounidense también ayudaba a marcar la diferencia, que aquel que la tenía, la mostraba con orgullo, como si fuera una medalla ganada después de haber participado en una competencia.
Con el apoyo de aproximadamente 700 elementos policiacos y un helicóptero de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México y el cierre de calles, los asistentes pudieron cruzar la calle sin peligro.
“Va a cruzar” preguntaba un policía al tiempo que se aproximaba a la mitad de la calle para impedir el paso de los carros; sus compañeros se juntaban con los peatones para dirigir el cruce.
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En los alrededores, mientras los automovilistas podían hacer hasta 10 minutos para cruzar un semáforo, los vecinos apartaron las calles para rentar el espacio, así como sus cocheras, donde aseguraban que, por 50 pesos, podían guardar el coche y el dueño del carro podía quedarse con las llaves.
Debajo de los puentes, lo que más estaba a la venta eran los pañuelos desechables, los que a voz alzada te recomiendan llevarlos por 10 pesos cada paquete porque “los baños son móviles y no hay papel de baño”, sin embargo, los argumentos no fueron suficientes, pocos compraron el paquete que les serviría en caso de emergencia.
Historia de amor, pretexto para celebrar y reencontrarse
El concierto de Taylor Swift no sólo trajo expectativa para verla cantar, también sirvió para unir parejas, como es el caso de Ingrid y Edwin, novios desde hace casi dos años, tenían meses de no verse; él vive en la Ciudad de México y ella en Tabasco.
Los boletos los consiguieron porque una amiga de Ingrid decidió que no los iba a comprar y le ofreció su turno para que los adquiriera.
Con atuendos bajo la inspiración del Álbum “Love” acudieron al concierto para reencontrarse y aprovechar para celebrar dos años de ser pareja.
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Francia puede esperar
Cecilia prefirió posponer su regreso a Francia para continuar con sus estudios con el propósito de perfeccionar el idioma y decidió viajar, junto con sus amigos, de Torreón a la Ciudad de México; Alonso, afirmó, después de contar cómo consiguieron los boletos “así esta pequeña historia de chicos de provincia”
Junto con Alex y Daniel crearon cinco cuentas para registrarse y ver quién iba a ser el héroe de la historia por haber conseguido los boletos, sin embargo, tuvieron que pasar por la prueba de un bloqueo de tarjetas porque al banco no se le hacía “normal” que se hicieran cargos “fuertes”, sin embargo, lograron obtener sus boletos, casi todos, sin ayuda de sus padres.
Los jóvenes entre 19 y 26 años, son seguidores de Taylor desde que tenían 11 años y decidieron acudir porque, desde su intuición, como la de muchos de los fans de Taylor Swift creen que la cantautora no volverá a repetir un concierto como el que presenciaron este jueves en el Foro Sol, en el que por tres horas escucharon las canciones de todos sus discos, excepto el primero, con el que se dio a conocer y grabó a los 16 años la cantautora “TS 1989”.