El presidente Andrés Manuel López Obrador en Culiacán, Sinaloa, habló de la liberación de Ovidio Guzmán López y dijo que tiene su conciencia tranquila, pues haber actuado con la fuerza del Estado, habría generado más de 200 muertes de inocentes.
“Nosotros vamos siempre a respetar la vida de todos y esa mística está en las Fuerzas Armadas, se está avanzando mucho en ese propósito por eso nos criticaron también mucho cuando se dio la orden de dejar en libertad al hijo de Guzmán Loera, aquí en Culiacán”, afirmó.
Durante su conferencia de prensa en la capital de Sinaloa, comentó que “Todavía hay quienes cuestionan, pues tengo mi conciencia tranquila”.
Hay que recordar que el pasado 17 de octubre de 2019 en la ciudad de Culiacán, capital del estado de Sinaloa, se detuvo a Ovidio, pero como cientos de civiles estaban en riesgo se optó por su liberación.
En Culiacán, el Presidente defendió su política de seguridad y comentó que desde que llegó al gobierno federal decidió no enfrentar a la delincuencia sino atender las causas que generan la violencia.
Ahora, el Estado no es el principal violador de los derechos humanos como sucedía en gobiernos anteriores.
“Nosotros vamos siempre a respetar la vida de todos y esa mística está en las Fuerzas Armadas, se está avanzando mucho en ese propósito por eso nos criticaron también mucho cuando se dio la orden de dejar en libertad al hijo de Guzmán Loera, aquí en Culiacán”, enseguida fijó su postura sobre este caso que estremeció a los sinaloenses.
“Yo tomé la decisión porque no quisimos arriesgar al pueblo, no queremos la violencia y esto no se entiende, los autoritarios y fascistoides quisieran resolver todo con el uso de la violencia y todavía hay quienes cuestionan, pues tengo mi conciencia tranquila”, defendió.
Reveló: “cuando pedí el informe de lo que podía haber sucedido, iban a perder la vida más de 200 inocentes, según la estimación que se hizo en ese momento y dije no”.
El presidente indicó que dos días después de este operativo, subió a sus redes sociales una cita del general Felipe Ángeles, que señala:
“La política no es un fin, la Revolución no es un fin; son medios para hacer hombres a los hombres. Nada es sagrado excepto el hombre. Hay algo frágil, pero infinitamente precioso, que todos debemos defender: la vida”.
