En las redes sociales, donde cada semana emerge un nuevo fenómeno viral, ha surgido una tendencia particularmente alarmante que ha puesto en alerta máxima a autoridades sanitarias, plataformas digitales y fabricantes de productos domésticos.
El denominado “Tide Pod Challenge” representa uno de los ejemplos más extremos de cómo la búsqueda de contenido viral puede transformarse en una amenaza real para la salud pública, especialmente entre la población adolescente más vulnerable a la presión social digital.
Este reto digital consiste en que los participantes muerden deliberadamente una cápsula de detergente de cualquier marca comercial, para posteriormente escupir o ingerir su contenido químico mientras graban el proceso. La acción, aparentemente “inofensiva” para quienes buscan viralidad instantánea, esconde riesgos médicos devastadores.
La simplicidad aparente del acto contrasta dramáticamente con las consecuencias potencialmente mortales que puede desencadenar en quienes lo practican, convirtiendo un producto de limpieza doméstico en un agente tóxico de consecuencias impredecibles.
Ante la escalada preocupante del fenómeno, las principales plataformas digitales han implementado medidas de contención inmediatas. YouTube y Facebook anunciaron la eliminación sistemática de todos los videos que documenten la realización del desafío, reconociendo el potencial imitativo de este tipo de contenido.
Paralelamente, Tide, la marca más asociada con el reto, lanzó una campaña de concientización protagonizada por Rob Gronkowski, estrella de los Patriotas de Nueva Inglaterra, quien desalienta públicamente la práctica y advierte sobre sus riesgos inherentes.
Las cápsulas de detergente contienen concentraciones químicas extremadamente altas: las de marca Tide están compuestas por un 90% de ingredientes activos y apenas un 10% de agua, según información oficial del fabricante. Esta concentración ultra-alta convierte cada cápsula en una bomba química en miniatura.

Foto: Arte en canva 


