REDACCIÓN OVACIONES

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El mundo de los videojuegos se encuentra en un punto de inflexión. Microsoft podrá seguir adelante con su proyecto de adquirir el desarrollador de videojuegos Activision Blizzard, toda vez que una jueza estadounidense desestimó la petición de las autoridades antimonopolio para detener la operación de 69 mil millones de dólares.

Esta decisión permitirá que la empresa fundada por el magnate Bill Gates agigante su presencia en el negocio ‘gamer’, situación por la que sus principales competidores —principalmente Sony— mostraron inconformidad debido a la fuerza desmedida que conseguiría Microsoft en caso de sellar el acuerdo.

Poco después del fallo, la Autoridad de Competencia y Mercados británica, que se había opuesto al acuerdo en abril, dijo que estaba dispuesta a estudiar las propuestas de Microsoft para resolver los problemas antimonopolio en el Reino Unido.

Las acciones de Activision, que ya habían subido cerca de un 5% tras conocerse la noticia en Estados Unidos, ganaron casi un 10%, según informó la agencia Reuters.

El tribunal dio plazo hasta el 14 de julio a la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC) para apelar. En un principio, la FTC había pedido a la jueza que detuviera el acuerdo propuesto, al alegar que con el movimiento daría a Microsoft Corp, fabricante de la consola de videojuegos Xbox, acceso exclusivo a los juegos de Activision, incluido el afamado Call of Duty.

En su dictamen, la jueza Jacqueline Scott Corley discrepó, ya que, según argumentó, la FTC no ha demostrado que pueda tener éxito en su afirmación de que la empresa combinada probablemente retirará Call of Duty de la Sony PlayStation, o que la propiedad de los contenidos de Activision disminuirá sustancialmente la competencia en los mercados de suscripción a bibliotecas de videojuegos y de juegos en la nube.

Pero tan pronto se formalice la operación y se rubriquen en los contratos, la compañía que dirige Satya Nadella será la dueña de tanques como Call of Duty, World of Warcraft y Candy Crush y así, Xbox sumará a sus filas una importante variedad de juegos, mismos que aún no se sabe si pasarían a ser exclusivos de esa marca. Además, también compró anteriormente a Bethesda con Doom, Wolfenstein, Fallaut, Elder Scrolls, Fallout y más.

El portavoz de la FTC, Douglas Farrar, dijo que el regulador antimonopolio estaba “decepcionado por este resultado, dada la clara amenaza que esta fusión supone para la competencia abierta en el juego en la nube, los servicios de suscripción y las consolas”.

“En los próximos días anunciaremos nuestro próximo paso para continuar nuestra lucha por preservar la competencia y proteger a los consumidores”, agregó.

De concretarse, la operación sería la mayor de Microsoft y la más grande en la historia del negocio de los videojuegos.

Activision Blizzard tiene actualmente a más de 12 mil empleados a nivel global, según Statista, quienes se sumarán a las filas de Microsoft cuando la operación de compraventa sea rubricada. Con este paso relevante, la división Xbox, que lidera Phil Spencer, tendrá bajo su techo a diversos estudios que dependen de la compañía hoy dirigida por Bobby Kotick.

“Nuestra fusión beneficiará a los consumidores y a los trabajadores. Permitirá la competencia en lugar de permitir que los líderes del mercado atrincherados sigan dominando nuestra industria en rápido crecimiento”, dijo Kotick, presidente ejecutivo de Activision Blizzard en un comunicado.

A pesar de esta posible transacción, expertos afirman que, incluso así, Microsoft Gaming seguirá siendo la tercera compañía de videojuegos más grande del mundo, detrás de Sony y la china Tencent, por lo que solo será un reacomodo de piezas en el tablero del mundo ‘gamer’.

Con información de Reuters