Los Pittsburgh Steelers han construido cuidadosamente un plantel competitivo para la temporada 2025 de NFL, pero el éxito final de la franquicia dependerá enteramente del desempeño y liderazgo de su nuevo quarterback, Aaron Rodgers. El experimentado mariscal de campo llegó a Pennsylvania para cargar no solo con las esperanzas de un equipo hambriento por volver a la cima, sino también con el peso de lo que podría ser el último capítulo de su ilustre carrera.
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Es por eso que el pasador de 41 años debería tener el mismo nivel de control ofensivo que disfrutó Ben Roethlisberger durante sus años de gloria, a pesar de haber recién llegado a la disciplina acerera. Así lo considera Bill Cowher, legendario ex entrenador de los Steelers.
“Aaron (Rodgers) tiene la experiencia y el conocimiento para tomar las decisiones correctas en los momentos clave“, señaló Cowher durante una entrevista. Esta filosofía parece haber sido adoptada por el cuerpo técnico actual, especialmente por el coordinador ofensivo Arthur Smith, quien mantiene una conexión previa con Rodgers a través de Matt LaFleur, su antiguo compañero en los Tennessee Titans.
La adaptación del sistema ofensivo a las fortalezas de Rodgers ha sido meticulosa. El propio quarterback ha destacado la colaboración constante con Smith para ajustar esquemas y terminología, con lo que han asegurado que la transición sea lo más fluida posible.

“Estamos trabajando juntos para crear un sistema donde todos nos sintamos cómodos“, explicó Rodgers durante los entrenamientos de pretemporada.
Sin embargo, más allá de los aspectos técnicos, la llegada de ‘A-Rod’ a Pittsburgh ha generado intensos debates sobre su personalidad y legado. Mientras algunos, como el corredor Breece Hall, lo describen como un líder incomprendido pero excepcional, otros analistas como el ex scout John Middlekauff han planteado dudas sobre su estado emocional, especialmente tras el lanzamiento de la docuserie ‘Aaron Rodgers: Enigma’ (2024) de Netflix.
En el ámbito financiero, los Steelers han hecho una apuesta calculada. El contrato de un año por 13.65 millones de dólares, con hasta 19.5 millones posibles en incentivos, refleja tanto la confianza en Rodgers como la conciencia de su etapa profesional.
Es por eso que la organización ha rodeado a su nuevo quarterback con talento, incluida una línea ofensiva reforzada y receptores de primer nivel, como DK Metcalf, en busca de maximizar lo que podría ser la última oportunidad de Rodgers para agregar otro Super Bowl a su impresionante currículum.
El calendario no será fácil, con encuentros clave contra rivales de división y equipos contendientes, pero los Steelers confían en que la combinación de la experiencia de Aaron con la solidez defensiva del equipo los llevará lejos.
Con la temporada a punto de comenzar, todas las miradas están puestas en el número 8 de los Steelers. Su capacidad para mantenerse saludable, su química con los receptores y su adaptación al sistema serán factores determinantes en lo que promete ser una de las campañas más intrigantes en la reciente historia de la franquicia.