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Hasta el minuto 121, en el último instante de la prórroga, cuando los penaltis asomaban como único desenlace, Otávio rescató al Porto para clasificarlo para la final de la Copa de Portugal tras dos horas de sufrimiento al límite para dejar en nada la remontada del Famaliçao (32).
Suyo fue el 22 en el tiempo añadido ya, aunque aún dio margen a Evanilson para marcar el 32 en el 124 y sentenciarlo todo, ya sin sorpresas, rumbo al duelo por el título, en el que defenderá su corona conquistada la pasada campaña y en dieciocho ocasiones a lo largo de su historia, frente al Braga, que ya había calificado y aguardaba el adversario.
El Porto sufrió. Ganador en la ida por 12, en la vuelta ante su público padeció de forma inesperada, pero ganó.