REDACCIÓN OVACIONES

Foto: Reuters

” Eres irrelevante”. Eso fue lo primero que escuchó el novato mariscal de campo, Brock Purdy, cuando lo seleccionaron como el último de los últimos en el Draft de 2022.

Su primer “nombramiento” como quarterback de los 49ers a sus 22 años, fue un ofensivo y socarrón “Mr. Irrelevant“, que del inglés se traduce al español como “Señor Irrelevante”, dentro de una bizarra tradición que tiene la NFL de nombrar así a la selección final del Draft.

Lo que nadie sabía, ni siquiera el propio Purdy que llegó a los 49ers como quarterback de Iowa State, (una universidad que ni siquiera es una de las más importantes en colegial), es que el joven mariscal escribiría una de las historias más emotivas de la historia de este deporte.

Cierto es que la “suerte” le acompañó en esta epopeya que es por demás improbable que vuelva a suceder. Mientras nadie daba un dólar por Purdy, él se apostó todo a sí mismo y ganó la lotería.

Primero, superó el temible recorte de pretemporada; Brock pudo llenarle el ojo al entrenador en jefe Kyle Shanahan y logró colarse como su tercera opción de quarterback por detrás del también joven Trey Lance de 22 años y del ya experimentado Jimmy Garoppolo de 31 años.

Era prácticamente imposible que Purdy tuviera un solo minuto de juego en la NFL, necesitaba que dos quarterbacks que física y estadísticamente son mucho mejores que él, por alguna razón no pudieran jugar, para así dejar de ser “Mr. Irrelevant” y romper con su destino; es decir, alguien que ni de broma dejaría de calentar la banca en la NFL.

Pero sucedió lo trágico y mágico al mismo tiempo. Apenas en la Semana 2 ante Seattle, el mariscal titular, Trey Lance, sufrió una rotura de ligamento en el tobillo y quedó fuera de la temporada. En su lugar, entró Jimmy Garoppolo y parecía que Shanahan y los 49ers tenían todo en orden. El experimentado Jimmy tomó la sartén por el mango, con la gran oportunidad de buscar de nueva cuenta llegar a un Súper Bowl con los 49ers, tal cual lo logró en la edición LIV en 2020, pero que perdió con Kansas City.

San Francisco navegaba en aguas seguras hasta que en la Semana 13 ante Miami, justo cuando la temporada del emparrillado se empezaba a poner más seria, Garoppolo se fracturó un pie.

Con sus dos quarterbacks principales sin posibilidades, al coach Kyle Shanahan no le quedó de otra más que recurrir a “Mr. Irrelevant”; un Brock Purdy que siempre confió en sí mismo y que no le falló ni al entrenador, ni a la franquicia.

El irrelevante e intrascendente, no solo se echó el equipo al hombro a partir del juego ante Delfines de Miami, sino que después de ese encuentro y ya como mariscal de campo titular, obtuvo cinco victorias seguidas que contribuyeron a una racha de diez consecutivas en temporada regular, las cuales catapultaron a los 49ers a los playoffs.

Aparte de ello, Brock se convirtió en el único mariscal de campo novato en derrotar ni más ni menos que a Tom Brady con Tampa Bay en la Semana 14, con marcador de 35­-7.

Y si ya con eso estaba más claro que Purdy era todo menos “Mr. Irrelevant”, en post temporada condujo a San Francisco a ganar la ronda de comodín y dejar fuera a Halcones Marinos de Seattle.

Brock Purdy se quedó a una sola victoria de llegar al Súper Bowl.