Vidulfo Rosales renuncia al caso Ayotzinapa y se perfila para la Corte con Hugo Aguilar

Su salida responde a motivos personales y a la falta de recursos y respaldo político que le permitan continuar con la defensa de los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos.


Vidulfo Rosales
Vidulfo Rosales renuncia como abogado de Ayotzinapa y busca llegar a la Corte | Foto: Cuartoscuro.com

El abogado Vidulfo Rosales, representante de las familias de los 43 normalistas de Ayotzinapa, presentó su renuncia al Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan este 21 de agosto, tras 24 años de trabajo en la organización.

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Motivos de la renuncia

De acuerdo con Rosales, su salida responde a motivos personales y a la falta de recursos y respaldo político que le permitan continuar con la defensa de los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala en 2014.

Tras su renuncia, se prevé que Rosales se integre al equipo de trabajo de Hugo Aguilar, quien asumirá como ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) el próximo 1 de septiembre de 2025.

¿Quién es Vidulfo Rosales?

Nacido en 1976 en Totomixtlahuaca, Guerrero, en un entorno de pobreza y marginación, Rosales ha dedicado su vida a la defensa de los derechos humanos, especialmente de las comunidades indígenas. Estudió Derecho en la Universidad Autónoma de Guerrero, donde se graduó en 1999, y desde entonces ha trabajado en la lucha por la justicia social.

Uno de los momentos más importantes de su carrera fue su papel como abogado de los padres de los 43 normalistas desaparecidos el 26 de septiembre de 2014 en Iguala.

Desde el primer momento, Rosales se integró al Centro Tlachinollan para asesorar y acompañar legalmente a las familias, denunciando la complicidad de autoridades con el crimen organizado y la falta de atención del Estado ante la crisis de desapariciones.

Riesgos y amenazas en su labor

Por su activismo, Rosales ha enfrentado amenazas, presiones e incluso la necesidad de salir del país por seguridad. Su compromiso con los derechos humanos lo ha colocado en situaciones de alto riesgo, pero también lo ha convertido en una de las voces más relevantes en la defensa de víctimas de violencia y desaparición en México.

Durante sus 24 años en el Centro Tlachinollan, Rosales ha defendido casos emblemáticos: desde mujeres víctimas de violencia, hasta campesinos despojados de sus tierras y familias de desaparecidos.

Su legado perdura en la memoria de quienes han recibido su apoyo y en la lucha constante por la justicia y la dignidad de los pueblos indígenas y de las víctimas de violaciones a derechos humanos en el país.