Ciudad de México, 14 may (EFE).- Al ritmo de “YMCA”, la famosísima canción de la banda Village People, un grupo de animadores intentan motivar a los mexicanos en el centro de vacunación anticovid. Unos se mueven con energía mientras otros se resisten, en una escena de lo más pintoresca que recuerda que al país le gusta la fiesta.
“La gente ha respondido excelentemente porque al fin y al cabo somos mexicanos, nos gusta la fiesta, la alegría. Y algo muy importante es que ahora ya quieren ir a su vacuna por el baile y por la atención que se les da”, dice este viernes a Efe Magdalena Vega, unas de las coordinadoras del programa Ponte Pila.
En la escuela de primaria Benito Juárez, un centro público de estudios de enormes dimensiones en la céntrica colonia (barrio) Roma, el Gobierno de la Ciudad de México administra aproximadamente 8.000 dosis de la vacuna de Pfizer cada día.
Incluso este jueves se pudo ver al estratega contra la pandemia en México y subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, bailando mientras esperaba su dosis.
Y los encargados de que todo salga bien y no haya aglomeraciones son 900 personas que trabajan en cada detalle en los centros de vacunación.
Entre ellos, se encuentran los becarios de Ponte Pila, un programa social de la capital mexicana que desde 2019 recorre diversas zonas buscando “activar a la población”.
“El objetivo del programa (originalmente) es activar a toda la ciudadanía, a los que están en sedentarismo, y en el programa tenemos diferentes actividades como yoga, taekwondo o baile aeróbico”, explica la coordinadora sobre las clases que dan los activadores en diversos módulos, parques y centros de la ciudad.
Sin embargo, con la llegada de la pandemia a finales de febrero de 2020, los becarios tuvieron que trasladar su actividad a internet, donde continuaron impartiendo clases.
UNA NUEVA VÍA
Y ahora, Ponte Pila acude a los centros de vacunación para alegrar a muchos mexicanos que estuvieron meses encerrados en sus casas y también para ponerlos en movimiento y que huyan de la vida sedentaria.
Después de vacunar a adultos mayores de más de 60 años y a personal educativo, en la escuela Benito Juárez están inoculando a personas de entre 50 y 59 años y a embarazadas.
Tal vez un público más complicado -pero no imposible- para estos animadores que crean coreografías sencillas, pero divertidas y bailan frente a cientos de personas.
Mauricio Miguel Fernández, de 52 años, porta un cubrebocas que simula una máscara de luchador y mueve todo su cuerpo con energía siguiendo las instrucciones de los activadores. Seguramente debajo de su mascarilla haya una amplia sonrisa.
“Es muy padre para tener ambiente y no sentirnos decaídos. (…) Con esto vemos que no nos estamos enfermado y que tenemos toda una vida por delante”, relata a Efe Mauricio ya a punto de abandonar las instalaciones después de haber recibido su primera dosis de Pfizer.
Para los becarios, que voluntariamente acuden a las sedes de vacunación, el trabajo está siendo duro y cansado, pero consideran que merece la pena.
“Es bastante emocionante ver a la gente después de estar encerrados tanto tiempo. Para muchos es la primera vez que salen, y verles sus rostros felices y cómo se sienten vivos nuevamente es genial”, relata Guillermo Ballesteros, promotor deportivo del programa.
UN ÉXITO VIRAL
Y cualquiera puede ver el cambio en los rostros de los vacunados antes y después de los minutos de baile. Aunque algunos se resisten y otros no pueden moverse tanto como les gustaría, los agredecimientos son muchos y para los animadores eso supone una gran motivación.
Por eso, la coordinadora insistió en que es “una experiencia hermosa para todo los promotores, porque cada vez que se acercan a atenderlos la gente les cuenta un pedazo de su historia de vida”.
Los videos de los bailes en las jornadas de vacunación están recorriendo todo el mundo y, aunque ciertas personas consideran que es algo innecesario, la mayoría de internautas se muestran asombrados positivamente y algunas personas de otros países incluso confesaron sentir envidia.
El programa Ponte Pila fue creado en enero de 2019, es gratuito y cuenta con 1.901 promotores en total.
Hasta el jueves, se han administrado en el país 21.986.456 dosis de la vacuna contra la covid-19.
Según los datos oficiales, México acumula 219.901 muertes y 2.375.115 contagios por coronavirus. EFE