GABY SALIDO
El Gobierno capitalino, recientemente dio a conocer 2 de sus prioridades para destinar recursos el siguiente año, por cierto, el último de esta administración.
Para muchos, no sorprende la decisión de redoblar esfuerzos en los Programas Sociales, pues se trata de año electoral, sin embargo, también se anunció el incremento al presupuesto del INVI.
Al destinarle más recursos, se intenta fortalecer a la institución que se ha mostrado rebasada una y otra vez, ante la simple demanda de vivienda de miles de capitalinos.
Mejorar las condiciones de las viviendas ya existentes, y garantizar que las y los capitalinos puedan adquirirla, fueron los compromisos que la CDMX asumió al incorporar en su primera Constitución, el derecho a la vivienda.
Sin embargo, la salida de más de 20 mil familias cada año de la capital, hace evidente que no está plenamente garantizado el derecho a la vivienda para todos.
Por eso el aumento al presupuesto del INVI no es casualidad, y menos si recordamos que recientemente le asignaron la labor que no pudo concretar la Comisión de Reconstrucción.
La situación del sector inmobiliario, son resultado de las decisiones y acciones impulsadas por este gobierno, pues señalé constantemente la necesidad de una política de vivienda articulada, a la altura de las necesidades de la CDMX.
Acciones de regeneración urbana y dar el apelativo “incluyente” a la producción de vivienda, fueron la fue la propuesta de esta, la primera administración de la CDMX, para ser parteaguas en materia de vivienda.
Le siguieron actos administrativos como otorgar facilidades para vivienda, escuelas y hospitales; acuerdos para centralizar facultades o expedir nuevos certificados al reconocer actividades; reactivar la norma 26, entre otros.
Lamentablemente, ninguno ha dado el resultado esperado, de la misma forma el trabajo de poco más de 25 años del INVI, no han logrado atender la deuda histórica de hogares en la CDMX.
Para evitar que parezca un mal cuento, mejor hacemos un breve recuento de la realidad que vivimos en la capital:
Con el número de vivienda construida más bajo en 10 años, según datos del gobierno federal, la CDMX tiene un déficit de 9 millones de viviendas que demandan los capitalinos.
Haciendo historia, Morena prometió los 8 servicios públicos básicos en 7 zonas y varios corredores de vivienda, todo en 6 publicaciones y actualizaciones del PRUVI.
El 5º informe de Gobierno hizo evidente el fracaso del “Programa Especial de Regeneración Urbana y Vivienda”, pues 4 años después de anunciarlo, sólo reporta 3 proyectos inmobiliarios.
Conclusión: Carlos Ulloa, 2 veces titular de SEDUVI, con 1 acción insignia, no logró convencer a inversionistas ni transmitir el interés necesario en la vivienda social e incluyente, como había planteado este gobierno, abonando aún más al rezago.
