Aguacate, el oro verde de la destrucción

El aguacate es uno de los productos que más se consumen dentro del mercado no sólo mexicano, sino también en el estadounidense, sobre todo cuando hablamos de eventos como el ‘Super Bowl’, con platillos como los ‘totopos con guacamole’, el aguacate mexicano se ha convertido en un invitado imprescindible para los aficionados estadounidenses durante el

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El aguacate es uno de los productos que más se consumen dentro del mercado no sólo mexicano, sino también en el estadounidense, sobre todo cuando hablamos de eventos como el ‘Super Bowl’, con platillos como los ‘totopos con guacamole’, el aguacate mexicano se ha convertido en un invitado imprescindible para los aficionados estadounidenses durante el magno evento deportivo, sin embargo, poco sabemos sobre el origen del aguacate y de su impacto socioambiental sobre el territorio mexicano.
El comercio del aguacate es un negocio de mucho interés económico, durante el 2019 las exportaciones de aguacate alcanzaron un valor de 250 millones de dólares, según la Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de México (APEAM), esto coloca a México como el principal exportador de aguacate en el mundo, representando más del 30% de la cosecha mundial. Para que México llegara a ser el principal exportador de aguacate en el mundo tuvo que existir un marco regulatorio que lo permitiera y, sobre todo, un ecocidio sobre la principal región aguacatera del mundo, Michoacán.
“En 20 años, una tercera parte de los bosques de Michoacán han desaparecido por el establecimiento de huertas de aguacate con un altísimo impacto ambiental, porque ejercen una presión muy fuerte sobre los cuerpos de agua, además, los árboles de aguacate tipo hass son muy proclives a plagas por lo que se utiliza un gran número de agroquímicos sobre ellos”, señala Leticia Merino Pérez, Doctora en Antropología por la Universidad Nacional Autónoma de México e investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales-UNAM.
Michoacán es uno de los territorio más ricos en recursos naturales de la Republica Mexicana, hogar de una de las reservas más importantes de la mariposa monarca así como paisajes extraordinarios, sin embargo, es también uno de los territorios con mayores conflictos sociales y ambientales, símbolo de una ausencia de estado que hoy se refleja en un deterioro socioambiental que no se detiene, y es que según la Secretaría de Medio Ambiente, Cambio Climático y Recursos Naturales de Michoacán, cada año se pierden entre mil 200 y mil 500 hectáreas de bosque para ampliar los cultivos de aguacate.
El interés económico que representa el cultivo y venta del aguacate ha traído el interés no sólo de empresas transnacionales, sino también de grupos criminales, que ven el negocio del aguacate tan rentable como el narcotráfico.
“La gran demanda que se tiene del aguacate representa un interés millonario. Michoacán como primera entidad productora de aguacate del país produce arriba de 120 mil toneladas mensuales de este fruto”, señala la periodista Alejandra Jiménez, “La gente local se ha visto obligada a vender sus terrenos de cultivo, muchas veces por intimidación, de amenazas, de violencia, pero también por necesidad” agrega.
El acaparamiento de tierras por parte de diversos grupos criminales en Michoacán interesados en el negocio del aguacate ha traído consigo un incremento de la deforestación en la región, con incendios provocados para el cambio de uso de suelo, que a su vez a traído como consecuencia la pérdida de la biodiversidad, además de un aumento en la violencia en el estado, migración y pobreza.
Se estima que, en 2020, 18 mil hectáreas de bosque fueron destruidas, a través de incendios y tala con el fin de instalar huertos de aguacate. Con esto, hoy el territorio michoacano alberga 135 mil hectáreas de cultivos legales de aguacate, y un estimado de 30 mil hectáreas en las que se ha sembrado el fruto de forma ilegal.
Durante la pandemia de Covid-19las exportaciones mexicanas de aguacate han caido alrededor de un 30 por ciento, sin embargo, el aguacate sigue siendo uno de los cultivos principales dentro de los productos agrícolas mexicanos, un fruto que reponde bien al éxito comercial pero que sigue representando una gran daño ambiental pera todo el territorio mexicano, pues contibuye a que México sea uno de los países con mayor deforestación en todo el mundo.