Alberto Spinetti: El escultor que fusiona tradición y modernidad en el arte mexicano

Alberto Spinetti, escultor venezolano radicado en México, fusiona arte moderno y primitivo en obras táctiles que celebran la conexión humana-animal.



En el vibrante panorama artístico mexicano, emerge la figura de Alberto Spinetti, un escultor venezolano que ha encontrado en México no solo un hogar, sino una fuente inagotable de inspiración. Con una carrera que abarca continentes y fusiona tradiciones, Spinetti se ha convertido en un embajador del arte que trasciende fronteras y desafía las percepciones convencionales de la escultura.

Spinetti, quien decidió hacer de México su hogar hace tres años, ha abrazado la rica cultura del país con un entusiasmo que se refleja vívidamente en su obra. “México me recibió con los brazos abiertos”, afirma el artista, cuya decisión de naturalizarse mexicano subraya su profunda conexión con la tierra que ahora considera suya.

La trayectoria artística de Spinetti es tan diversa como sus influencias. Desde sus estudios de postgrado en la Universidad de Artes de la Ciudad de Kyoto, Japón, hasta su formación avanzada en la Facultad de Bellas Artes del Instituto Politécnico de Valencia, España, el escultor ha forjado un estilo único que fusiona lo moderno con lo primitivo.

“Siempre he sido una persona muy sensible“, revela Spinetti, cuya obra busca reconciliar la tradición artesanal del bronce y el hierro con la expresión contemporánea. Su enfoque en la tactilidad de la escultura es una respuesta directa a lo que él percibe como un mundo cada vez más virtual y desconectado. “Hago formas que llaman al tacto, a conectar con la realidad”, explica, invitando a los espectadores a no solo ver, sino a sentir y abrazar sus creaciones.

En los últimos años, la obra de Spinetti ha experimentado una evolución significativa, centrándose en la representación de caballos y toros. Estos animales, cargados de simbolismo histórico y mitológico, se convierten en sus manos en metáforas de la condición humana. “Al hacer toros y caballos no me refiero solamente a esos animales, también hablo de la humanidad y de la relación con la vida”, reflexiona el artista.

La inspiración de Spinetti es tan ecléctica como su técnica. Desde los maestros de la posguerra como Henry Moore e Isamu Noguchi, hasta el arte etrusco y romano antiguo, pasando por la expresividad del arte africano, Spinetti teje un tapiz artístico rico en referencias y significados. Su admiración por artistas latinoamericanos como el pintor mexicano Ricardo Martínez y el escultor costarricense Jiménez Heredia subraya su conexión con las raíces culturales del continente.

El compromiso de Spinetti con la accesibilidad del arte se manifiesta en su filosofía de creación. “La escultura es materia, debe sobarse, sentirse, abrazarse y verse desde todos los ángulos”, insiste, desafiando las convenciones de un mundo artístico a menudo percibido como distante e intocable.

La carrera de Spinetti está jalonada de éxitos y reconocimientos internacionales. Desde exposiciones individuales en prestigiosas galerías de México hasta participaciones en ferias de arte en Miami y Nueva York, su obra ha trascendido fronteras y captado la atención de críticos y coleccionistas por igual.

Actualmente, los amantes del arte pueden apreciar las obras de Spinetti en la Galería 301, ubicada en el interior de La Fábrica la Aurora, en San Miguel de Allende, Guanajuato. Esta exposición, que comenzó el 27 de septiembre, ofrece una oportunidad única para sumergirse en el mundo táctil y emocional creado por el artista.

Alberto Spinetti representa una nueva generación de artistas que, arraigados en la tradición, no temen explorar nuevos territorios creativos. Su obra es un testimonio de la riqueza cultural que surge cuando las fronteras se difuminan y las influencias se entrelazan. En un mundo cada vez más dividido, el arte de Spinetti nos recuerda la importancia del contacto, la conexión y la empatía, invitándonos a redescubrir nuestra humanidad a través del tacto y la visión.