Se suponía que el 5 de septiembre de 1972, Alfonso Zamora se enfrentaría al español Juan Francisco Rodríguez en su tercer combate en el peso gallo del boxeo de los Juegos Olímpicos de Munich. Pero esa madrugada, miembros del grupo Septiembre Negro irrumpieron en la Villa Olímpica para matar a dos atletas israelíes y tomar a otros nueve como rehenes en busca de la liberación de prisioneros palestinos y militantes de izquierda de las cárceles israelíes y alemanas.
Zamora había emergido de entre la adversidad. Creció en la Unidad Tlatelolco de la Ciudad de México, entre las drogas y en el pandillerismo. Tenía tan solo 8 años cuando se juntaba con narcotraficantes y pandilleros, hasta que el boxeo lo sacó de ese foco de violencia. Pero como vecino de esos apartamentos de la Cuauhtémoc, vivió de cerca la crudeza de los atentados del 2 de octubre de 1968. Y luego los de Munich.
“Era de los últimos protagonistas mexicanos en ese momento. Me escondieron abajo de la cama y no me dejaron salir ni me platicaban nada. Se oyeron los balazos, pero yo estaba concentrado porque al día siguiente me tocaba pelear, cosa que no sucedió porque se suspendieron dos días los Juegos. Al salir a la Villa Olímpica, era diferente, todo solo, no había atletas intercambiando cosas”, recordó.
“Lo que sí nos dimos cuenta que al final en el aeropuerto, explotó el helicóptero con terroristas y deportistas, fue cuando nos dimos cuenta de todo. Una tragedia, muy horrible, horas de terror”, se lamentó el expugilista en el Martes de Café del Consejo Mundial de Boxeo (WBC).
Nacido el 9 de febrero de 1954, Zamora Quiroz, había debutado el 30 de agosto de 1972 en los Juegos Olímpicos de Munich con triunfo sobre el filipino Ricardo Fortaleza, luego venció al alemán Stephan Foerster, pero su duelo contra el español Rodríguez, fue pospuesto por esa balacera con la que la agrupación palestina buscaba un poco de justicia ante la inclemencia sionista en el territorio ocupado.
A pesar de la distracción que representó para él y todos los deportistas, el haber salido de un contexto adverso y múltiples vicisitudes, le ayudó a mantenerse estoico y vencer por nocaut en el tercer asalto al ibérico. Luego despachó al estadounidense Ricardo Carreras y finalmente, perdió la pelea por el oro olímpico ante el cubano Orlando Martínez por contundente 0-5.
Alfonso sentía que había cumplido un ciclo, por lo que decidió dar el salto al profesionalismo en busca de la gloria bien remunerada. Y lo logró. El 14 de marzo de 1975, hizo historia al convertirse en el primer boxeador mexicano en ser campeón del mundo después de ganar una medalla olímpica, al vencer al surcoreano Hong Soo-hwan en The Forum en Inglewood, California. Hito que 50 años después, ningún otro pugilista azteca ha podido emular.
“Fue el 14 de marzo el aniversario de mi campeonato. Estuve platicando en casa con mi esposa, tantas anécdotas que pasamos. ¡Caray! Decía Carlos Gardel que 20 años no es nada, pero 50 sí son un chorro. Y han pasado miles y miles de cosas, han pasado miles de coras entre ellas haber conocido amigos de verdad, de corazón, como José Sulaimán”, dijo con nostalgia.
Si bien, ese el título de peso gallo lo consiguió con la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), el Consejo Mundial de Boxeo siempre lo acompañó gracias a la gestión de José Sulaimán, quien acostumbraba proteger a sus compatriotas boxeadores.
“Don José Sulaimán fue el preparador de mi vida, bastión en mi vida. Me dio sus consejos, el apoyo. Me llevó a rehabilitación médica cuando necesité. Agradecido al organismo verde y oro toda la vida me ha cobijado, 50 años que fácil se dice, pero agradecido”, afirmó.
Zamora Quiroz defendió cinco veces su título exitosamente, hasta que un buen día, el 19 de noviembre de 1977, cayó ante el panameño Jorge Luján, quien lo despojó de su cinturón. Desde aquel día, ningún otro mexicano ha podido consagrarse como campeón profesional tras ganar una presea olímpica anteriormente. Algo que parece cada vez más probable con Marco Verde, quien ganó la plata en París 2024 y ha decidido dar salto el ensogado profesional.
“Marco Verde va para campeón del mundo. Marco Verde va para campeón del mundo, definitivamente. Me haría sentir muy bien que lo consiga, estoy muy solito aquí (como único campeón y medallista olímpico)”, sentenció.

Foto: X / @Batman6210 


