Foto: Cortesía Las tragedias no surgen de la nada, muchas veces se gestan en el silencio, en la falta de escucha y acompañamiento, en hogares donde los hijos no encuentran un canal abierto para hablar de lo que les incomoda o lástima. El reciente caso del CCH Sur es una muestra dolorosa de cómo la ausencia de prevención puede derivar en violencia extrema. Ante este panorama, la psicóloga clínica y terapeuta familiar Ana Villafañe Gurza subraya que la clave está en abrir los ojos, escuchar y creerles a los hijos antes de que sea demasiado tarde.
Con más de dos décadas de experiencia en el trabajo con familias, Villafañe Gurza sostiene que la responsabilidad de la prevención recae, en primer lugar, en los padres.
“No podemos delegar todo a los terapeutas, a los maestros o a las instituciones. La responsabilidad de abrir los canales de comunicación y de escuchar realmente a los hijos es nuestra. Si un niño logra contar lo que siente a tiempo, se pueden evitar situaciones que después escalan a violencia“, afirma en entrevista con Ovaciones.
Su propuesta es clara: la prevención comienza en casa. Hablar de autocuidado, de respeto al cuerpo y de límites no debería ser un tabú. “Lo incómodo debe dejar de ser un tema prohibido. Solo normalizando estas conversaciones podremos romper con la cadena de silencios que por generaciones ha hecho tanto daño“, enfatiza.
Con esa convicción, Villafañe Gurza escribió “El Viaje Seguro“, un cuento que busca ser más que una narración infantil. Es una guía de acompañamiento pensada para que madres, padres y cuidadores tengan una herramienta práctica y accesible para abordar temas de prevención con sus hijos desde edades tempranas.
El libro está diseñado para ser leído en conjunto con los niños a partir de los cuatro años. A través de la metáfora de un vehículo que representa el cuerpo y la mente, el cuento plantea un viaje en el que se explican de manera sencilla las señales de alerta y la importancia de cuidar los propios límites.
“Lo que busco es darles a los papás una herramienta sencilla, noble y cercana para educar en prevención. No basta con decirles a los hijos ‘confía en mí‘, hay que demostrarlo con hechos, con tiempo, con disposición real“, explica la autora.
Villafañe Gurza advierte que uno de los principales obstáculos en la prevención es el silencio, ya que durante años, niños y adolescentes han guardado experiencias dolorosas porque no encontraron adultos dispuestos a escucharlos.
“Esa cadena de silencios debe romperse. La comunicación abierta es el primer paso para proteger a los hijos y prevenir abusos“, sostiene. Por eso, El Viaje Seguro no solo está orientado a los niños, sino también a los padres, quienes deben aprender a escuchar sin juzgar y a brindar confianza.
“No basta con prevenir riesgos externos, también hay que transformar la dinámica familiar. La comunicación es el mejor antídoto contra la violencia“, subraya.
La autora insiste en que la prevención debe dejar de verse como un esfuerzo aislado. No se trata de campañas pasajeras ni de discursos de ocasión, sino de prácticas cotidianas en cada hogar.
“Si nos hacemos responsables desde casa, si nos atrevemos a hablar de lo incómodo y lo normalizamos, estamos sembrando la semilla de la confianza. Eso puede cambiar destinos y evitar tragedias como la del CCH Sur“, explica.
El impacto de estas acciones muchas veces se mide en lo invisible: en los abusos que no ocurren, en las violencias que nunca llegan a suceder porque hubo escucha y acompañamiento a tiempo, consideró.
Además del cuento, Ana Villafañe Gurza trabaja en materiales didácticos complementarios con imágenes y dinámicas para reforzar el aprendizaje. Su objetivo es que las familias y las escuelas cuenten con más recursos para fortalecer la educación emocional y la protección infantil.
“Si con “El Viaje Seguro” aunque sea un niño, logra hablar con sus papás y sentirse protegido, el esfuerzo ya valió la pena. Lo que buscamos es dar confianza a los niños y conciencia a los adultos, porque solo así podemos cortar de raíz las violencias que nacen en el silencio“, concluyó.
