El dopaje de la maratonista mexicana Citlali Cristian Moscote ha abierto un espinoso debate respecto al grado de conciencia y responsabilidad de los atletas sobre el uso de sustancias prohibidas. La Unidad de Integridad del Atletismo (AIU) la sancionó por tres años tras detectar octodrina en su organismo durante la carrera 10K de Valencia, España, el pasado 12 de enero de 2025. Un caso de reincidencia, pues anteriormente en 2019 también fue castigada.

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Ahora, la medallista de oro en los Juegos Panamericanos Santiago 2023 y participante en los Juegos Olímpicos París 2024, enfrenta el momento más complicado de su trayectoria, al ser su segundo caso de doping, lo que pone en jaque su futuro en el atletismo de alto rendimiento.

“En México el dopaje no se da porque haya una estructura que lleve a los atletas a tener mejores resultados, se da por ignorancia. Se da muchas veces por no conocer, por no tener la habilidad de leer, qué es lo que les puede afectar”, considera Antonio Lozano, presidente de la Federación Mexicana de Asociaciones de Atletismo (FMAA).

"El dopaje en México puede ser por ignorancia": Antonio Lozano, presidente de la Federación Mexicana de Asociaciones de Atletismo.

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— OVACIONES (@ovaciones) June 25, 2025

El análisis, realizado en un laboratorio acreditado en Barcelona, confirmó la presencia del estimulante en el cuerpo de la atleta jalisciense de 30 años. Moscote, quien no contaba con autorización para uso terapéutico, argumentó que la sustancia pudo haber ingresado a su organismo por un suplemento contaminado.

Sin embargo, su apelación fue rechazada por la AIU, que se rige por el Código Mundial Antidopaje, mismo que establece que la responsabilidad recae únicamente en el atleta, sin importar si el consumo fue intencional o no. Citlali aceptó la infracción, lo que redujo su sanción de cuatro a tres años a partir del 24 de marzo de 2025. Como consecuencia, todos sus resultados desde el 12 de enero fueron anulados, incluyendo posibles medallas, premios económicos y puntos en el ranking.

“Pienso que sí (es ignorancia), porque todo es válido en nuestro México, hay muchas cosas, hay policías de tránsito que no conocen el reglamento, hay políticos que no saben cuál es la fe de la política, ¿por qué no va a haber atletas que desconozcan cuáles son sus obligaciones? En el caso de Citlali, hace algunos años, en una voluntaria salió una sustancia, y en este caso, cuando vuelve a suceder, yo creo que es la experiencia que ella adquiere”, argumenta Lozano.

Las consecuencias para Moscote trascienden lo deportivo, pues con esto, ha perdido la beca de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) y el acceso al Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos (CNAR), recursos clave para su preparación.

Su caso expone la falta de regulación en los suplementos deportivos y la necesidad de que los atletas extremen precauciones para evitar sustancias prohibidas, además de evidenciar la necesidad de que las federaciones, como la FMAA, y diversas autoridades del deporte, se involucren más en el tratamiento y cuidados de sus atletas para no caer en estos problemas.

“Yo me preocupo más por la persona, hoy el atleta está suspendida, yo creo que ya tenemos que dar paso a eso atrás, no podemos hablar de que va a haber algo diferente cuando ya sucedió y el atleta había reconocido que efectivamente había una sustancia que estaba no beneficiándole, que al menos estaba de perjudico en su vida deportiva”, puntualiza el máximo dirigente del atletismo nacional.