El Gobierno de la Ciudad de México anunció la implementación del programa de acupuntura hídrica, una estrategia que contempla la intervención de 100 puntos específicos de infiltración para captar agua de lluvia, mitigar inundaciones y recargar el acuífero y este año se estima infiltrar 26 millones de litros de agua al subsuelo mediante estas obras.
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La jefa de Gobierno, Clara Brugada indicó que el programa consiste en la construcción de sistemas de infiltración en espacios urbanos como camellones, parques, utopías y zonas pavimentadas, donde el suelo ya no permite que el agua de lluvia penetre de forma natural.
Cada punto se diseñará con pozos de absorción verticales u horizontales, filtros de grava y trampas de arena, según las condiciones del terreno y la meta de este año es intervenir 100 sitios con capacidad conjunta para infiltrar hasta dos mil 500 litros por segundo, lo que permitirá aprovechar una mayor proporción del agua de lluvia y reducir el riesgo de inundaciones.
El anuncio se dio un día después de las lluvias más intensas registradas en dos décadas en la alcaldía Álvaro Obregón, donde en poco más de una hora cayeron 73 milímetros de agua. Ante esta situación, se activó el Plan Tlaloque para atender emergencias y evitar afectaciones mayores.
En este sentido, la jefa de Gobierno aseguró que no se desbordó ninguna presa, pese a las imágenes que circularon del flujo cruzando un puente peatonal en el sistema del Río Becerra.
“Por ahí se estuvo diciendo que se habían desbordado las presas, en fin. Pero no. Aclaramos: no es que se hayan desbordado, sino que viene toda el agua con mucha fuerza y un puente, un pequeño puente que está dentro de estas presas, un puente peatonal, fue ahora sí que, rebasado por el agua, y sólo fue por un lapso pequeño, mientras se logró bajar el agua y nuevamente continuaron los cauces”.
La jefa de Gobierno encabezó el arranque del programa desde la colonia Ampliación Emiliano Zapata, en la Sierra de Santa Catarina, alcaldía Iztapalapa, donde destacó que el nuevo enfoque busca resolver una contradicción que viven muchas colonias de la capital, el cual es la falta de agua potable durante el estiaje e inundaciones en temporada de lluvias.
Brugada Molina explicó que el nuevo modelo de gestión busca dejar atrás la visión tradicional de desechar la lluvia y, en cambio, aprovecharla para infiltrar el agua al subsuelo.
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“La Ciudad de México fue construida sobre un sistema de lagos. Desde la conquista, hemos peleado con el agua. Hoy estamos cambiando esa lógica para convivir con ella”, expresó.
Destacó que una parte fundamental del programa consiste en hidratar el manto acuífero en zonas pavimentadas, donde el agua ya no puede filtrarse de forma natural y por ello, se desarrollan obras específicas de infiltración adaptadas a las condiciones del terreno.
Indicó que esta estrategia se complementa con el saneamiento y desazolve de presas, vasos reguladores y canales. Subrayó que toda nueva obra pública deberá incluir sistemas de captación pluvial, y que esta obligación también deberá aplicarse a los desarrollos inmobiliarios.
Por su parte, el secretario de Gestión Integral del Agua, José Mario Esparza Hernández, explicó que los 100 puntos de acupuntura hídrica fueron seleccionados con base en estudios técnicos y criterios de viabilidad, ya que no todas las zonas urbanas permiten una infiltración eficiente.
Cada sitio tendrá una capacidad promedio de infiltración de 25 litros por segundo. Las obras contemplan distintos tipos de diseño, adaptados a la topografía y tipo de suelo de cada zona.
“Estas no son obras improvisadas. Se analizaron previamente las zonas de recarga y se está trabajando con responsabilidad para que los beneficios sean sustentables y a largo plazo”, por lo que aseguró que ya inició la etapa de ejecución, tras concluir los diagnósticos técnicos.
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Esparza Hernández informó también sobre las labores de desazolve que complementan el programa al comentar que este año se prevé retirar más de 140 mil metros cúbicos de azolve, equivalente a unas 172 mil toneladas, en cuerpos de agua como presas, arroyos y canales. “
Son acciones históricas en volumen y cobertura que permiten aumentar la capacidad de regulación del agua y reducir riesgos de desbordamiento”, explicó.
Subrayó que el acuífero es la principal fuente de abasto para la Ciudad de México, incluso por encima del sistema Cutzamala y el sistema Lerma.
“La gestión hídrica debe cambiar: lo que sacamos del subsuelo, tenemos que buscar cómo regresarlo. Esa es la lógica de estas obras de captación, saneamiento e infiltración”, señaló.
El funcionario detalló que, solo este domingo, se rompieron récords de precipitación con más de 106 milímetros en algunas zonas, lo que representa más de 38 millones de metros cúbicos de agua en un solo día.
“Fue una noche muy complicada, pero el Plan Tlaloque funcionó correctamente. Se desplegaron equipos, se atendieron emergencias y, lo más importante, hubo saldo blanco”, reiteró.
