Aplicaciones fit: ¿el terror de los gimnasios?

Telarañas digitales BORIS BERENZON GORN Estamos todavía en enero, el mes de la renovación física y del aún fresco compromiso de llevar una vida más saludable. Aunque tenemos que aceptar que los gimnasios cuentan con enorme popularidad y son el espacio público de nuestro tiempo, se han venido encumbrando otras formas de ejercitarse más apegadas

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Telarañas digitales

BORIS BERENZON GORN

Estamos todavía en enero, el mes de la renovación física y del aún fresco compromiso de llevar una vida más saludable. Aunque tenemos que aceptar que los gimnasios cuentan con enorme popularidad y son el espacio público de nuestro tiempo, se han venido encumbrando otras formas de ejercitarse más apegadas al mundo digital que se están convirtiendo rápidamente en una tendencia. Admito que quizá estoy exagerando al llamar a las aplicaciones para ejercitarse “el terror de los gimnasios”, pero uno debe siempre mantener la mente abierta y la imaginación volando cuando del mundo digital se trata.

Verdaderamente, la tecnología crece a pasos agigantados. La popularización de la inteligencia artificial golpea al futuro con tenacidad y las nuevas prácticas son bien acogidas por las generaciones más jóvenes. El momento crucial del cambio fue sin duda alguna la pandemia, cuando el confinamiento nos orilló a ser más creativos sobre las acciones que podíamos realizar en casa con ayuda de aplicaciones y dispositivos tecnológicos, y sentó las bases para un retorno al espacio privado a la hora de ejercitarse.

Las opciones que ofrece el mundo digital para hacer ejercicio son tan variadas que podríamos pasar años dedicando cada día a probar una diferente. Una buena parte de estas opciones está en los tutoriales y videos de diversas plataformas gratuitas, sobre todo la que es propiedad del gigante informático Google y que es para muchos la favorita, YouTube. En el catálogo hay videos de cardio, ejercicio de fuerza, pilates, zumba, yoga, baile africano, ejercicio por intervalos, para brincar la cuerda, danza del vientre, salsa, pole dance, hula hula y un sinfín de actividades que pueden ser adaptadas para llevarse a cabo en la comodidad de la sala de estar o en el parque más cercano. El entrenamiento por cuenta propia y siguiendo tutoriales está al alza.

Pero para un seguimiento más personalizado se han creado bastantes aplicaciones que permiten monitorear y dirigir las actividades deportivas junto con el desarrollo de dispositivos que recaban datos, brindan información y hasta se conectan en red con otros usuarios permitiendo generar experiencias compartidas. Los smartwatches se han vuelto más o menos comunes entre los usuarios que se entrenan por cuenta propia, y los hay muy sencillos o más sofisticados que cumplen varias de las funciones de un smartphone. Gracias a estos dispositivos es posible medir, entre otras cosas la frecuencia cardiaca, la saturación de oxígeno en sangre, velocidad, número de pasos y hasta la estabilidad al caminar, trotar o correr.

Las aplicaciones para ejercitarse ofrecen también entrenadores virtuales o humanos que se conectan con los usuarios dando seguimiento especial a su caso, lo que se oferta casi siempre a cambio de un pago mensual. También existen aplicaciones complementarias para el área nutricional, contadores de calorías y tablas que permiten diseñar menús para atender las necesidades del usuario de acuerdo con el nivel de actividad física y gasto calórico. Hay aplicaciones que actúan en conjunto para beneficio de la salud del usuario y le permiten tomar el control de sus decisiones de entrenamiento y alimentación con base en su experiencia personal.

A esto añadimos la ventaja de la libertad que permite el autoentrenamiento en lo que refiere a tiempos, nivel de avance y variedad de opciones. Fitness, la aplicación de Apple, por ejemplo, permite establecer metas diarias y cuenta con un amplio repertorio de ejercicios que pueden realizarse de manera gradual o complementaria. Esta aplicación se conecta con las estadísticas que recopila la app Salud, y puede aportar información de utilidad en caso de necesitarse asistencia médica o al evaluar el progreso.

Las aplicaciones para autoejercitarse seguramente coexistirán con espacios de entrenamiento como los gimnasios, de hecho, es probable que se complementen. Sin embargo, es interesante anotar esta nueva y popular opción de actividad física en tiempos de la era digital, pues, aunque en los ochenta y noventa ejercitarse con videos en casa era muy común, en la nueva vertiente 2.0 podemos mantenernos conectados a pesar del aislamiento.