Argentina vivió este domingo unas elecciones legislativas importantes, las primeras desde la llegada de Javier Milei a la Presidencia en 2023. En juego estaban 127 bancas de diputados (la mitad de la Cámara) y 24 escaños del Senado (un tercio).
Como ocurre en México cada tres años, estas votaciones intermedias funcionan como un referéndum sobre el gobierno y una prueba de su capacidad para gobernar.
El resultado fue que el oficialismo de La Libertad Avanza (LLA) logró un avance importante. Obtuvo más del 40% de los votos nacionales, ganó 64 de 127 diputaciones en disputa y triplicó su presencia en la Cámara baja, pasando de 37 a 101 curules.
En el Senado conquistó 14 de 24 escaños y elevó su bancada de seis a 20 senadores. La coalición opositora peronista Fuerza Patria, heredera del kirchnerismo, quedó en segundo lugar con 31%.
Por primera vez en dos décadas, el peronismo perdió su bastión en la provincia de Buenos Aires, donde Milei prácticamente empató el primer puesto.
Analistas argentinos consideran este resultado un punto de inflexión: la derecha liberal se convierte en la primera fuerza nacional y el peronismo vive su momento más débil desde 2001.
UN CONGRESO DISTINTO
El sistema argentino, como el mexicano, es presidencial y bicameral, pero el Congreso se renueva parcialmente cada dos años.
Con 101 diputados (39% de la cámara) y 20 senadores (28%), LLA alcanza una minoría de bloqueo: tiene votos suficientes para impedir que la oposición anule vetos o impulse un juicio político.
Aunque no posee mayoría absoluta, Milei puede negociar mayorías simples con aliados del PRO (partido de Mauricio Macri) y con bloques provinciales moderados.
GOBERNABILIDAD Y REFORMAS
El resultado le da al gobierno estabilidad política y margen para acelerar su programa: reducción del gasto público, flexibilización laboral, privatizaciones y apertura comercial.
Con esta nueva correlación de fuerzas, Milei podrá sostener sus vetos, continuar con el ajuste y avanzar en su agenda libertaria. Las reformas estructurales más profundas, como la dolarización o los cambios constitucionales, seguirán requiriendo mayorías especiales, pero ahora tiene con qué negociar.
Los analistas coinciden en que el voto de 2025 fue una segunda oportunidad para Milei. A pesar de una reciente incertidumbre económica, muchos electores prefirieron mantener el rumbo antes que regresar al modelo peronista. La inflación bajó de más de 140% anual a menos de 30%, y ese dato pesó más que el malestar social.
EFECTO REGIONAL
El resultado argentino llegó pocos días después de otro giro político: la caída del MAS en Bolivia y la elección del centrista Rodrigo Paz. Ambos comicios marcan derrotas del ciclo progresista en Sudamérica.
Mientras la izquierda gobierna en Brasil, Colombia o Chile, Argentina y Bolivia viran hacia proyectos de mercado, con respaldo explícito de Estados Unidos.
LO QUE SIGUE
Consolidado en el Congreso, Milei deja de ser un outsider y se convierte en un presidente con poder real. Su reto ahora será mantener el apoyo social mientras aplica medidas impopulares. Los próximos dos años definirán si su “revolución de la libertad” se consolida o se desgasta.
Para América Latina, el mensaje es que el péndulo político sigue moviéndose. Argentina nos muestra que, incluso en medio de la incertidumbre, los votantes pueden respaldar a un gobierno de cambio si perciben rumbo y resultados.
EL DATO INCÓMODO
En apenas 54 días, el Tribunal de Disciplina Judicial ha recibido 639 denuncias contra jueces y magistrados (200 anónimas) además de 574 heredadas del extinto Consejo de la Judicatura. Mil 200 acuerdos en menos de dos meses revelan un nuevo sistema judicial saturado antes de arrancar.



