Los programas de bienestar tienen garantizados los recursos porque se gobierna con honestidad y austeridad republicana, afirmó Ariadna Montiel Reyes al iniciar su comparecencia ante el Senado por la glosa del primer informe de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, donde acusó a la oposición de haber utilizado históricamente los programas sociales con fines electorales, de sostener un discurso que no coincide con sus votaciones y de rechazar de manera reiterada el presupuesto que respalda los derechos que hoy aseguran defender.

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Aunque la oposición planteó preguntas sobre padrones, evaluación y transparencia, Montiel respondió solo algunos puntos y centró su intervención en defender la continuidad de los programas como conquistas del pueblo.

Sostuvo que los señalamientos opositores reproducen la visión de gobiernos que administraron la pobreza y descalificaron a quienes menos tienen y recordó expresiones de exmandatarios que, dijo, evidencian la postura que se tuvo hacia la población en pobreza y hacia las mujeres.

La secretaria del Bienestar aprovechó para hacer un contraste de esos antecedentes con el modelo actual, en el que los apoyos sociales son derechos constitucionales, por lo que pidió a las bancadas opositoras definir una postura coherente frente al bienestar, al señalar que año tras año votan en contra del presupuesto destinado a los programas, aun cuando en campaña afirman que los mantendrán.

Según Montiel, esta diferencia entre el discurso y las votaciones demuestra que la defensa de los derechos sociales no ha sido una prioridad de las fuerzas que hoy la cuestionan.

Cuestionó también los resultados de gobiernos anteriores en materia de pobreza, al afirmar que durante 12 años aumentó el número de personas en esa condición en nueve millones.

En contraste, dijo que 13.4 millones han salido de la pobreza en los últimos años gracias a un modelo basado en incremento salarial, inversión social y trabajo en territorio. Señaló que estos avances se lograron sin endeudamiento y con una política de combate a la corrupción.

Aseveró que México vive un momento histórico con la primera mujer en la Presidencia de la República en más de dos siglos y sostuvo que ello representa el reconocimiento a millones de mujeres que sostienen a las comunidades.

Añadió que la transformación avanza hacia una segunda etapa orientada a corregir desigualdades acumuladas y a consolidar un modelo basado en derechos.

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Hacia el cierre de su intervención, afirmó que la desigualdad se ha reducido, que el ingreso dejó de concentrarse en unos cuantos y que ahora se gobierna desde abajo y con la población.

Dijo que estos cambios forman parte de un capítulo relevante en la historia moderna del país y que el bienestar seguirá siendo el eje del proyecto nacional, bajo el principio de que, para el bien de todos, primero los pobres.