Assange y Loret, la moneda de doble cara

López Obrador celebró la liberación de Assange, calificando su encarcelamiento como una injusticia contra la libertad de expresión.



Primer acto: Julian Assange fue puesto en libertad después de que pesaba sobre él, acusación penal por parte de EU por haber expuesto en su portal WikiLears entre 2010 y 2011, información sobre el comportamiento bélico de EU en las guerras de Irak y Afganistán clasificada como seguridad nacional, por lo que fue acusado de espionaje y hackeo. 

López Obrador dijo que mantener a Assange privado de su libertad, “era una cosa muy injusta, era como tener en prisión la libertad, y en especial la libertad de expresión”.  Antes había ofrecido asilo a Julian como preso político. Incluso en 2023 dirigió una carta al Presidente Biden y antes lo hizo con Trump, para abogar por él. Hoy celebra su liberación y pontificó que la acusación contra Julian era un agravio inaceptable a la libertad de expresión.

Segundo acto: Carlos Loret de Mola está siendo investigado por la Unidad de Inteligencia Financiera, igual su esposa y Victor Trujillo. Todo indica esto es a partir de los reportajes que el equipo de Latinus hizo sobre una presunta red de tráfico de influencias para obtener contratos a favor de los amigos de los hijos de López Obrador. Antes hizo reportajes sobre el hermano del Presidente, recibiendo sobres de dinero en un restaurante. 

La Consultora SPIN dirigida por Luis Estrada, señala que Loret ha sido mencionado por el Presidente desde las mañaneras 690 veces. Carlos menciona preocupado que desde la primera referencia que López ha tenido de él, ha sido de manera “absolutamente calumniosa, injuriosa, insultando, agraviando, agrediendo y usando todo su poder”.  El poder que tiene el Presidente es inmensamente poderoso; es incomparable respecto al de un periodista, refiere Carlos.

Tercer acto. Victor Morales, editor del portal noticias Realidades del estado de Chiapas, fue asesinado; su cuerpo fue abandonado en una carretera con evidentes signos de tortura y varios balazos. Desde su portal informaba sobre la situación de inseguridad y violencia que padece este estado. Reporteros Sin Frontera reporta que durante este sexenio han sido asesinados 38 periodistas y cuando menos 5 se encuentran desaparecidos. Y Artículo 19 informa 45 periodistas han sido asesinados. El Presidente además desde sus mañaneras arremete contra los medios de comunicación, acusándolos de “conservadores” “y al servicio de la derecha” simplemente porque hacen alguna crítica a su círculo cercano.

México es un país inseguro para el ejercicio del periodismo, y la libertad de expresión enfrenta muchas resistencias y amenazas de todo tipo. Esta situación no es nueva, Fox termina su sexenio con 22 periodistas asesinados, y en este sexenio van asesinados el mismo número que se padeció con Peña Nieto; el sexenio de Calderón ha sido el peor de este siglo.

Y mire usted si no; porque además las y los periodistas también son víctimas de espionaje desde el gobierno. A pregunta expresa sobre si su gobierno espía, el Presidente dijo: “Nosotros no espiamos, son labores de inteligencia” Y remató: “no hay ilegalidad”.

El Presidente conmovido alaba a Assange como un prócer de la libertad de expresión, pero incongruente lanza todo su poder contra quien hace trabajo periodístico sobre el influyentismo de los suyos. La investigación contra Loret de Mola y su equipo es una intimidación inaceptable, evidencia revanchismo prepotente y una doble moral. Es un candil de la calle.

Defensora de derechos humanos