Avalan en el Senado la nueva Ley Orgánica de la Armada de México

La oposición advirtió que la norma profundiza la militarización y concentra poder en el Ejecutivo, mientras que Morena sostuvo que fortalece la soberanía marítima y moderniza la estructura naval



Foto: Senado de la República

Con 68 votos a favor, 32 en contra y cero abstenciones, el Senado aprobó la nueva Ley Orgánica de la Armada de México, impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y enviada al Ejecutivo federal para su promulgación. La legislación, que redefine la estructura y atribuciones de la institución naval, incorpora la figura de la Jefatura de Operaciones Navales y amplía sus facultades en materia de ciberdefensa, inteligencia y protección portuaria y aeroportuaria.

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Ante esta decisión, la oposición advirtió que el nuevo ordenamiento profundiza la militarización del país y concentra poder en el Ejecutivo, mientras que Morena sostuvo que se trata de una reforma estructural orientada a fortalecer la soberanía marítima, con una visión tecnológica y de igualdad sustantiva.

Durante la presentación del dictamen, el senador Enrique Inzunza Cázarez, presidente de la Comisión de Estudios Legislativos, afirmó que la iniciativa de la presidenta Claudia Sheinbaum no sólo actualiza la estructura y atribuciones de una de las instituciones más antiguas del Estado mexicano, sino que refuerza su misión de garantizar la soberanía, la seguridad marítima y el Estado de Derecho.

Destacó que la nueva ley sustituye el antiguo Estado Mayor por la Jefatura de Operaciones Navales, órgano estratégico encargado de la planeación, coordinación y ejecución de operaciones, e integra la Subsecretaría de Asuntos Marítimos y Portuarios como apoyo al alto mando, para fortalecer la coordinación entre la Defensa Naval y la Autoridad Marítima Nacional.

El senador subrayó que por primera vez se consagra la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres en todos los niveles de mando dentro de la Armada, en cumplimiento de la Constitución, lo que permitirá al personal naval ejercer cualquier comandancia sin distinción de género.

“No esperábamos menos si ahora tenemos una Comandanta Suprema de las Fuerzas Armadas“, expresó.

A su vez, el senador Carlos Lomelí Bolaños, presidente de la Comisión de Marina, señaló que la nueva ley trasciende lo técnico y representa una transformación moral y estratégica de la institución.

Dijo que la Armada enfrenta nuevos desafíos como el crimen organizado transnacional, el ciberespacio y las amenazas híbridas que llegan en forma de datos, redes y algoritmos, por lo que era necesario reconocer la ciberdefensa y la inteligencia artificial como parte del poder naval de la federación.

“No se trata de militarizar, sino de proteger con disciplina, eficiencia y transparencia“, afirmó.

Lomelí sostuvo que la ley amplía las capacidades de la Armada para actuar en situaciones de emergencia, desastres naturales o amenazas a la seguridad nacional, manteniendo el principio de respeto a los derechos humanos y de colaboración con las autoridades civiles.

“Esta ley no amplía el poder de las armas, sino el poder de la ley y del Estado mexicano sobre sus mares, su ciberespacio y su futuro”, dijo.

En los posicionamientos, por Morena, la senadora Raquel Bonilla Herrera afirmó que la reforma armoniza las atribuciones de la Armada con las tareas de la nación y negó que se trate de militarización.

Explicó que la participación de la Armada en aduanas no implica su control militar, ya que éstas son administradas por la Agencia Nacional de Aduanas de México, órgano desconcentrado de la Secretaría de Hacienda.

“Morena respalda una Armada moderna, profesional, con perspectiva de género, científica y tecnológicamente robusta”, señaló.

En contraste, la senadora Gina Gerardina Campuzano González, del PAN, sostuvo que la ley secuestra institucionalmente a la Armada para ponerla al servicio de intereses políticos y denunció que la norma concentra el mando en una sola persona a través de la nueva Jefatura de Operaciones Navales, elimina controles civiles y otorga facultades excesivas al Ejecutivo.

“No es una reforma para la Armada, es una reforma contra la Armada“, dijo, al advertir que la legislación abre la puerta a la expansión del fuero militar y a la creación de unidades de ciberespionaje sin mecanismos de supervisión.

“Nuestro voto en contra no es contra la Marina, es por la Marina, por los marinos, que merecen servir a México, no a un partido”, subrayó.

Por su parte, la senadora Alejandra Barrales Magdaleno, de Movimiento Ciudadano, señaló que la aprobación de esta ley ocurre en un contexto de huachicol fiscal y de uso excesivo de las Fuerzas Armadas en tareas civiles.

Consideró que el 90 por ciento del articulado es idéntico a la ley vigente y que los cambios se limitan a extender facultades de control y vigilancia a la Armada, sin fortalecer las instituciones civiles.

Barrales advirtió que la norma otorga facultades discrecionales al Ejecutivo, amplía el fuero militar y deja vacíos legales en materia de ciberseguridad.

“No se fortalece a la Marina dándole funciones que no le corresponden; se la fortalece preservando su honor, su profesionalismo y su naturaleza institucional“, sostuvo.

También alertó sobre la vulnerabilidad de la soberanía nacional ante recientes ataques a embarcaciones en el Pacífico y pidió al Senado pronunciarse al respecto.

Pese a las críticas, el dictamen fue aprobado por mayoría de Morena y sus aliados y enviado al Ejecutivo federal para su promulgación y con ello, se expide un nuevo marco jurídico que redefine la organización y las atribuciones de la Armada de México, incorpora la Jefatura de Operaciones Navales, establece funciones en materia de ciberdefensa y reconoce la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres en todos los niveles de mando.