El hecho de que la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico), decidiera reducir su tasa de interés interbancaria de 11.00% a 10.75%, la semana pasada, no quiere decir que de “golpe y porrazo”, los bancos reducirán las tasas de interés de todos sus productos.

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Ello básicamente podría beneficiar a quienes manejan tarjetas de crédito y hasta créditos personales, o algunos préstamos a tasa variable, que son los que manejan más altas tasas de interés, y esto podría ser en las próximas semanas o meses.

La reducción no incidirá tanto en créditos hipotecarios o automotrices, por ejemplo, ya que a raíz de la pandemia por Covid-19, esos no han variado tanto en su tasa de interés y los grupos financieros han decidido absorber los incrementos.

En su momento, BBVA México explicó que para los consumidores el recorte de la tasa de interés significa que será más atractivo que se hagan de un crédito, debido a que será un poco más barato, así como obtener un financiamiento a través de las tarjetas de crédito, posiblemente para un automóvil o una hipoteca, según el mercado.

De ahí que, si se tiene el plan de adquirir una vivienda en el futuro próximo pues podría verse que se tendrá acceso a tasas relativamente más bajas de las que observamos ahora.

No obstante, la forma en que nosotros vemos reflejadas esas tasas como consumidores dependerá mucho al tipo de producto al que nos estemos acercando y la institución financiera.

Por ejemplo, algunos productos manejan la llamada tasa objetivo, la tasa de interés de referencia o la tasa de interés interbancaria de equilibrio (TIIE), como también se le conoce, a la que se le suman ciertos puntos base, “que aplica cada banco, para compensar los riesgos por prestar dinero, los cuales son a criterio de cada institución”.

Pero el que se anuncie que baja la TIIE no quiere decir que si se tiene un crédito hoy la tasa baja de manera automática, pues más bien aplicará o beneficiará sólo aquellos créditos nuevos o que tienen una tasa variable como las tarjetas de crédito.

De esta forma, si se tiene un crédito a tasa fija, ese cambio que hizo el Banxico, no va a afectar el costo del crédito que ya se tiene, señaló BBVA México; pero si se tiene un crédito con componente de tasa variable como la tarjeta de crédito, no pagas el total del préstamo y básicamente estás pagando los intereses, entonces aquí sí baja el costo.

Reducción de TIIE pega a inversiones

Por otro lado, la reducción de la TIIE por parte de la Junta de Gobierno del Banco de México si bien abarata los créditos, también pega a las inversiones, pues éstas suelen tener menos rendimientos, que cuando la tasa de interés es alta, aunque ello no quiere decir que sea un mal momento para invertir.

Y es que, se pueden observar tasas de rendimiento en inversiones a renta fija muy elevados y atractivos para proteger nuestro dinero de la inflación.

Cabe recordar que el mandato único que tiene el Banco de México es mantener estable la inflación y su objetivo es en un rango de 3.0% +/- un punto porcentual.

Bajo esa idea, el instituto central tiene la tarea de llevar a cabo movimientos en las tasas de interés, para mantener la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda, lo que impacta en otras variables económicas como la inflación y el crecimiento económico.

Entonces, dependiendo de la parte del ciclo económico en el que se encuentre un país, la tasa se ajusta hacia arriba o hacia abajo, y en estos momentos, decidió reiniciar la reducción de la tasa de interés, desde marzo pasado cuando de 11.25% la bajó a 11.00%, y el pasado jueves 8 de agosto, que decidió colocarla en 10.75 por ciento.

El objetivo principal de este movimiento es la búsqueda de un mayor consumo por parte de las personas y empresas para impulsar la economía, ello, al aumentar el poder adquisitivo, toda vez que al bajar los intereses de algunos tipos de créditos, las personas pueden tener menos deudas, cuentan con más dinero para gastar en bienes y servicios, o incluso ahorrar.