Como ya lo esperaba el mercado, el Banco de México (Banxico) decidió reducir 25 puntos base (pb) su tasa de interés para que a partir de este viernes quede en 7.75 por ciento.

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La decisión no fue unánime, toda vez que el subgobernador Jonathan Heath fue el único que votó en contra de este recorte para que la tasa quedara en 8.0%; en tanto que el recorte fue apoyado por la gobernadora Victoria Rodríguez Ceja, y los subgobernadores Galia Borja Gómez, José Gabriel Cuadra García y Omar Mejía Castelazo.

En su comunicado de decisión de política monetaria, la Junta de Gobierno del banco central consideró extender el ciclo de recortes a la tasa de interés “en congruencia con la valoración del actual panorama inflacionario“.

En particular, “consideró el comportamiento del tipo de cambio, la debilidad mostrada por la actividad económica y los posibles impactos ante cambios en políticas comerciales a nivel global“, aseguró.

El Banxico destacó la disminución de la inflación en junio y julio, cuando el indicador se situó en 3.51 por ciento, además del crecimiento del PIB del país en el segundo trimestre del año, de acuerdo con las cifras de estimación oportuna del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Indicó que los pronósticos de la inflación general se mantuvieron “prácticamente sin cambios” y mantuvo su perspectiva de que el indicador converja a la meta en el tercer trimestre de 2026, esto es, que llegue a 3.0% más/menos un punto porcentual.

No obstante, el banco central identificó algunos riesgos como una depreciación cambiaria; disrupciones por conflictos geopolíticos o políticas comerciales; persistencia de la inflación subyacente; presiones de costos y afectaciones climáticas.

En contraste, los riesgos a la baja que identificó son una actividad económica menor a la anticipada; un menor traspaso de aumentos en los costos y, menores presiones por la apreciación reciente.

“Se considera que el balance de riesgos respecto de la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico mantiene un sesgo al alza, si bien este es menos pronunciado que el enfrentado entre 2021 y 2024″, puntualizó.

Lo anterior, consideró que ello se debe a los cambios de la política económica por parte de la nueva administración estadounidense encabezada por Donald Trump, los cuales han añadido incertidumbre a las previsiones.

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Para la directora de Análisis Económico en Grupo Financiero BASE, Gabriela Siller Pagaza, “recortar la tasa otros 25 puntos base implicaría situarla apenas por encima del terreno neutral, lo que limitaría el margen de maniobra de Banco de México en caso de haber un repunte sostenido de la inflación“

En ese sentido, el Banxico recortó el pronóstico de inflación para el tercer cuarto del año, de 4.1% a 3.8%, aunque la subyacente y no subyacente las mantiene igual.