Los Buffalo Bills se encuentran ante una inmejorable oportunidad para poner fin a una prolongada sequía de 20 años sin ganar de visita ante los Houston Texans. Ni siquiera en la exitosa etapa de Josh Allen, el equipo de la AFC Este ha podido triunfar en el NRG Stadium, donde tienen un récord de 0-3. Pero para el compromiso que abrirá las acciones de la Semana 12 de la temporada 2025 de la NFL, DeMeco Ryans y compañía, sufrirán la ausencia del estelar CJ Stroud, lo que tambalea esa racha histórica.
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H-Town se ha convertido en un escenario notablemente unilateral durante las últimas dos décadas, cada vez que Buffalo está de visita. Pero todo podría cambiar en este Jueves por la Noche. Los Texans, privados de su mariscal de campo franquicia, serán respaldados por una de las defensas más dominantes de la liga, cuando reciban a Allen y los sus secuaces en un duelo que podría redefinir el rumbo de sus temporadas.
Los números históricos pintan un escenario sombrío para Buffalo. Veinte años han pasado desde que los Bills supieron lo que es ganar en Houston. Desde entonces, acumulan cinco derrotas consecutivas como visitantes. En ese lapso, la ofensiva de Buffalo ha promediado apenas 15.6 puntos por partido, superando la barrera de los 20 puntos solo en una ocasión.
Para Josh Allen, este escenario representa su talón de Aquiles, pues de los tres encuentros en casa de los Texans mantiene un récord de 0-3, y en sus dos visitas al NRG Stadium ha registrado números discretos con 215 yardas aéreas, solo un touchdown y un preocupante 40% de pases completados.
Frente a Allen se alzará la defensa más letal de la liga en 2025. Los Texans lideran la NFL en puntos permitidos por partido con 16.3, así como en yardas totales concedidas con 258.1 y EPA por jugada, habiendo permitido más de 20 puntos en solo una ocasión.
Esta unidad defensiva, impulsada por la presión implacable de Will Anderson Jr. y Danielle Hunter —ambos entre los 10 mejores sackers de la liga— y respaldada por una secundaria física comandada por Derek Stingley Jr., se perfila como el antídoto perfecto para contener la magia de Allen.
El problema es que del lado ofensivo de Houston, no estará Stroud. Davis Mills enfrentará su prueba más difícil como quarterback suplente, aunque mantiene un récord perfecto de 2-0 como titular esta temporada. Deberá sortear el asedio de una defensa de Bills que se encuentra entre las 10 mejores en capturas, con Greg Rousseau, Joey Bosa y A.J. Epenesa listos para explotar la vulnerable línea ofensiva de Houston, particularmente en la posición de tackle izquierdo.
Las implicaciones para los Playoffs son enormes. Con Buffalo actualmente en la quinta posición de la AFC con foja de 6-3 y Houston a un juego del último comodín con 5-5, el resultado podría determinar el destino de ambas franquicias. Los Texans incrementarían sus probabilidades de postemporada del 26% al 37% con una victoria, mientras que una derrota las reduciría al 15%. El criterio de desempate directo añade aún más relevancia.
Aunque las casas de apuestas favorecen a Buffalo por 6 puntos, la historia reciente en Houston sugiere que los Texans poseen un factor intangible que trasciende las estadísticas. Si su defensa élite puede repetir la fórmula que ha contenido a Allen, este Jueves por la Noche podría significar no solo la extensión de una de las rachas locales más impresionantes de la NFL, sino el surgimiento de un nuevo contendiente rumbo a la postemporada.

Foto: Reuters 


