Los Toronto Blue Jays consumaron una épica remontada sobre los campeones defensores Los Ángeles Dodgers para llevarse la victoria en el Juego 1 de la Serie Mundial 2025 y tomar ventaja en la batalla. Alejandro Kirk pegó un jonrón de dos carreras que completó el rally de nueve anotaciones en la sexta entrada, encaminando a su equipo a una contundente victoria 11-4, la primera en 32 años en un Clásico de Otoño para la franquicia canadiense.
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La pregunta que resonaba en cada rincón del Rogers Centre se respondió con estruendo. La duda sobre si pesaría más la poderosa ofensiva de Toronto o la rotación dominante de Los Ángeles quedó resuelta precisamente en ese histórico inning. Detrás de esa explosión de nueve carreras en el rollo número seis, se desató una marea de euforia en un estadio que no presenciaba una victoria en la Serie Mundial desde 1993.
Fue una noche de catarsis colectiva, donde un inning se transformó en leyenda. Todo comenzó con la caída de un titán: Blake Snell, el lanzador de Los Ángeles, quien venía de una obra maestra de ocho entradas en blanco, se vio vulnerado por la ferocidad del bateo azul. Su línea final —ocho hits y cinco carreras limpias en cinco entradas— no logró contener la implacable presión que aplicó Toronto, al cargar las bases y provocar su salida sin outs en el sexto episodio.
Lo que siguió fue un colapso histórico que quedará grabado en la memoria del Fall Classic. Emmet Sheehan, llamado a contener el incendio, permitió que el marcador se inclinara 5-2 en apenas tres bateadores. Anthony Banda entró en busca de salvar la dignidad, pero un solo swing de Addison Barger la convirtió en humo. Con las bases llenas, el bateador emergente Barger conectó un grand slam, el primer batazo de cuatro carreras de un emergente en la historia de la Serie Mundial.
THE FIRST PINCH-HIT GRAND SLAM IN WORLD SERIES HISTORY! pic.twitter.com/eQHuu1t4S8
— Toronto Blue Jays (@BlueJays) October 25, 2025
El Rogers Centre estalló en un grito liberador, un sonido que llevaba más de tres décadas de espera. Pero la ofensiva no estaba satisfecha. ‘El Capitán Kirk’ añadió un jonrón de dos carreras para enviar el juego a un territorio de sueños, con una paliza que sonó como una declaración de orgullo.
En medio del festín, hubo un regreso heroico. Bo Bichette, tras más de un mes de ausencia por un esguince de rodilla, volvió a la alineación, conectó un hit, recibió base por bolas y realizó una jugada notable en segunda base, su primera aparición en esa posición desde las ligas menores en 2019. Para los Dodgers, la derrota duele, pero la preocupación es aún más profunda.
Si Snell simplemente tuvo un mal día, el bullpen mostró grietas alarmantes: Sheehan y Banda, dos brazos teóricamente confiables, lucieron totalmente alicaídos. La rotación angelina había ocultado las fallas del relevo durante 10 juegos de postemporada, pero terminó por colapsar. En el horizonte, un destello de esperanza para Los Ángeles fue Shohei Ohtani, quien conectó un jonrón para recordar su poder singular.
Pero esta noche no era suya. Fue de Toronto, de Barger, de Kirk y de una ofensiva dominante que demostró que su poder histórico en estos Playoffs es real. Ahora, el desafío se traslada a Yoshinobu Yamamoto, quien abrirá el Juego 2 ante Kevin Gausman. La Serie Mundial 2025 nunca fue tan desequilibrada como algunos pensaron, y ahora son los Dodgers quienes deben demostrar que merecen el bicampeonato.
THE BARGE 🚢 #WANTITALL pic.twitter.com/lFwA7reLlh
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Foto: Reuters 


