Bosque de Chapultepec, sin Clara planeación

La Constitución señala que ese proceso debe realizarse “… con participación ciudadana sujeto a los principios, orientaciones, regulaciones y vigilancia que establezcan las leyes correspondientes…”



Para consolidar la transición de Distrito Federal a Ciudad de México se fijaron tareas específicas en plazos concretos, muchos de los cuales se vencieron sin alcanzar el objetivo.

La responsabilidad de esas tareas se asignó al que sería el primer gobierno de la CDMX, es decir, la actual administración.

A casi dos meses de concluir la gestión que inició Claudia Sheinbaum se hereda el pendiente de la Planeación a Clara Brugada 

Mientras el Instituto de Planeación debía proyectar la ciudad a mediano y largo plazo, el gobierno debió garantizarle autonomía y no adoctrinamiento político.

Sin embargo, la primera mitad de este sexenio se invirtió en nombrar al titular del Instituto, y la segunda mitad, en dos intentos fallidos de Plan General de Desarrollo y Programa General de Ordenamiento Territorial.

Hoy, ante la imposibilidad de concretar el proceso y operar los seis años con un Programa de Gobierno provisional, podemos afirmar que la planeación es el talón de Aquiles de la 4T en CDMX.

Ante un Instituto de Planeación acéfalo a punto de naufragar, y el Comité que elige a su titular incompleto y en cuenta regresiva para tener solo 2 de 5 integrantes, algunos funcionarios de SEDEMA intentan sorprendernos, y a Clara también.

El pasado miércoles 17 de julio, en la Secretaría del Medio Ambiente decidieron incursionar al publicar en Gaceta Oficial proactivamente acciones que no le corresponden.

Difundieron un proceso de consulta exprés (de 15 días), respecto del “Proyecto del Programa de Manejo del Bosque de Chapultepec como Área de Valor Ambiental”, estableciendo su propio protocolo y criterios para las opiniones ciudadanas.

Error tras error, y no me refiero a su competencia, pues de acuerdo con nuestra Constitución, todas las Áreas de Valor Ambiental así como 13 zonas -entre las que se encuentra el Bosque de Chapultepec, integran el sistema de áreas naturales protegidas de la CDMX.

Y su administración, vigilancia y manejo es responsabilidad directa de la Jefatura de Gobierno a través de un organismo público específico. Entonces, ¿cuál es el problema?

La misma Constitución señala que ese proceso debe realizarse “… con participación ciudadana sujeto a los principios, orientaciones, regulaciones y vigilancia que establezcan las leyes correspondientes…”

Es decir, conforme a los criterios, reglas y lineamientos a que se refiere la Ley del Sistema de Planeación, o en su defecto, a los que emita el Instituto de Planeación.

De nueva cuenta, estamos ante un proceso de consulta irregular, con un “Programa” que evidentemente no tiene congruencia ni se alinea a los instrumentos de Planeación de la CDMX, porque no existen.

Además, respecto de una zona en el Bosque de Chapultepec, que en este gobierno, pudo sufrir daño ambiental. Pero ese, es otro problema… que a Clara le tocará resolver.

Presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados de la CdMx