La tarde del 2 de agosto de 1984, Daniel Aceves ganó la primera y única medalla para México en lucha olímpica. Desde entonces, muchos luchadores de origen azteca han intentado sin éxito alcanzar la gloria en esta milenaria disciplina históricamente dominada por Rusia y Estados Unidos. Pero gracias al simbiótico fenómeno migratorio que une al territorio nacional con el estadounidense, París 2024 se asoma como una oportunidad real para aspirar a otro podio casi 40 años después.

Los 3 mil 152 kilómetros de frontera que comparten México y Estados Unidos son tierra fértil para el intercambio cultural que a lo largo de los tiempos ha marcado —para bien o para mal— a ambas naciones. De esta manera, la Delegación Mexicana que participará en los próximos Juegos Olímpicos, contará luchadores que a pesar de haber nacido en territorio estadounidense, vestirán de verde, blanco y rojo en la capital francesa. Pese a las críticas.

“Es un poquito difícil”, reconoció el presidente de la Federación Medallistas de Luchas Asociadas (FEMELA), Guillermo Díaz. “Sabemos que en México existe esa parte de no aceptación, pero como ellos han venido trabajando y compitiendo desde hace más de dos años en todas las competencias nacionales, pues no es tan fácil aceptarlo, pero ellos los derechos que tienen como mexicanos por sus padres, sus abuelos y generaciones previas”.

Román Guillermo Bravo-Young en la lucha olímpica estilo libre, en la categoría de los 57 kilogramos, así como Austin Klee Gómez, los 65 kg, son los únicos dos mexicanos que participarán en París 2024. Uno nació en Tucson, Arizona, mientras que el otro en Carol Stream, Illinois. Sin embargo, por su sangre fluye sangre mexicana.

“Es muy importante representar mi herencia, especialmente para mis abuelos que nacieron en Sonora. Así que representar a México es la mejor decisión para mí. Estoy emocionado y me siento más que bendecido de representar a México. Siempre voy a dar lo mejor de mí y representarlo con nada más que orgullo. Con mucha garra y determinación, realmente voy a luchar con todas mis fuerzas”, comentó Bravo-Young a su llegada a la Ciudad de México para concentrarse en el Comité Olímpico Mexicano antes de comenzar su travesía hacia la ciudad parisina.

Cuando tenía 5 años, Román fue inscrito por su familia, de añeja tradición en la lucha libre, a su primera competencia. Sin imaginarlo, aquel sería el primer paso hacia París 2024. Recién el luchador de origen mexicoestadounidense ganó la medalla de oro en la categoría de los 57 kg en el Abierto de Luchas Asociadas de Polonia 2024 celebrado en la ciudad de Varsovia.

Lo hizo por superioridad técnica sus dos combates, mismos que le valieron para confirmarse como una de las cartas fuertes de la Delegación Mexicana que participará en la próxima justa veraniega. Y con ese fresco logro, ha provocado una efervescente confianza en el entorno, que espera verlo subir al podio en la Arena Campo de Marte.

“No sé si voy a ganar una medalla, pero estoy dando todo de mí. Estoy emocionado por salir y competir. Entrené toda mi vida para momentos como este, así que estoy sin presión. No lo voy hacer más grande de los que es, así que voy a dar lo mejor de mí en la competencia. El objetivo que tengo para toda mi carrera es traerle a México una medalla. Estoy emocionado porque inicie la competencia, me siento genial. Voy a dejarlo todo allá afuera”, aseguró el joven de 25 años.

“Creo que son grandes expectativas”, confirmó el dirigente sobre lo que se puede esperar de los dos luchadores en París. “Es un parámetro muy bueno (triunfo en Polonia) dado que se enfrentaron a otros atletas calificados. Austin también participó en Hungría donde también tuvo buen desempeño quedado en cuarto lugar, pero estuvieron los 10 mejores del mundo y es un parámetro muy bueno”.

Klee Gómez también se decantó por el país de su madre para honorar sus raíces a nivel internacional. El luchador de 26 años, representó de 2013 a 2021 a Estados Unidos, donde se desarrolló en la División I de la NCAA. Pero en cuanto surgió la posibilidad de defender los colores de esa otra bandera que lo cobija, no lo dudó dos veces.

“Los Juegos Olímpicos son el mayor evento deportivo del mundo. Desde que empecé a luchar siempre he querido ser parte de ellos. Así que poder hacerlo ahora, lo estoy tomando con total determinación y estaré listo. Me dijeron (familia) que esté agradecido por la posición en la que estoy. Que lo hiciera lo mejor que pueda y me divierta. Eso es lo que voy a hacer. Mis abuelos querían que representara a este país, que me sintiera orgulloso de ser mexicano”, sentenció.