Otras caras, mismas vergüenzas. En el inicio del manoseado cambio generacional, lanzado más por obligación que por planeación, la “nueva” Selección Mexicana se comió otro ridículo internacional, al ser apaleado 0-4 por Uruguay en duelo amistoso jugado en Empower Field en Denver rumbo a Copa América.

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Una malísima presentación del equipo dirigido por Jaime Lozano, entrenador que se vio amplia y fácilmente superado por su homólogo de la Celeste, Marcelo Bielsa, quien fue desechado por los directivos de la Femexfut, cuando hubo la posibilidad de traerlo a dirigir el Tri.

Eso realmente importa poco, porque seguramente el “Loco” Bielsa habría podido hacer poco y nada con los futbolistas de antaño o con estos vestidos de guinda pero muy grises en el campo. Superados en todo sentido: físico, mental, táctico, futbolístico y hasta emocional, este “nuevo” México es el perro de siempre con los mismos trucos.

El Jimmy quiso echar a andar el tan cacareado cambio generacional, pero lo hizo de manera muy radical y hasta desconectado de la realidad, porque no entendió contra quién iba, una Selección como Uruguay que es una de las mejores de sudamérica y que tiene futbolistas como Darwin Núñez, delantero del Liverpool que es la máxima figura de este combinado charrúa.

México se presentó con José “Tala” Rangel en la portería, Víctor Guzmán y Jesús Orozco Chiquete en la dupla de centrales, en tanto que de laterales fue Gerardo Arteaga y Brian García del Toluca, quien hacía su presentación en Selección Mayor.

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En mediocampo, el Capitán Edson Álvarez, con Fernando Beltrán y Orbelín Pineda de interiores, mientras que el tridente ofensivo fue con César Huerta y Roberto Alvarado como volantes, más Guillermo Martínez como delantero centro.

Esa alineación titular fue un craso error de Jaime Lozano, porque la paró para jugar ante un Uruguay que es segunda en la eliminatoria de Conmebol, solo debajo dos puntos del líder Argentina, con un entrenador mega experimentado como es Marcelo Bielsa.

Siete minutos duró el cero en la portería mexicana; solo siete y desde ahí inició el terror para el Tri en este cotejo. Nahitan Nández, futbolista del Cagliari de Italia, metió tiro centro desde la banda de la derecha; la pelota viajó al área, fue mal cortada por la defensa mexicana y el arquero José Rangel se quedó a medio viaje.

Ahí, con muy poco ángulo pero con gran calidad, apareció el delantero del Liverpool, Darwin Núñez y meter el 0-1 para Uruguay antes de los diez minutos del primer tiempo. Ese tanto inicial era el preludio de un capitulo más de terror y vergüenza en la historia reciente de la Selección Mexicana.

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Por un momento parecía que este Tri reaccionaba pronto y que el cambio generacional no iba a empezar con el pie izquierdo. Roberto Alvarado reventó el travesaño seis minutos después y el larguero impidió que México empatara de inmediato, pusiera el 1-1 y que la moral no se cayera.

Pero México está de espaldas al futbol, ya son varios años en los que cualquier representantivo mayor nacional se queda no solo por debajo de las expectativas, sino que hace ridículos y firma bochornos que para la afición son cada vez más difíciles de digerir.

Al minuto 26′, Edson Álvarez, el que se supone debe ser el estandarte, el líder de esta nueva Selección, se equivocó en el mediocampo; quiso poner una bola al centro del campo, lo hizo mal y ahí Rodrigo Bentancur, mediocampista del Tottenham, controló el esférico.

Posteriormente, proyectó a Brian Rodríguez, jugador del América por la zona derecha del campo. Ya con la pelota controlada y dentro del área, el “Rayito” levantó la cara con total tranquilidad y ante la nula marca mexicana, vio que su compañero Facundo Pellistri entró al área y le cedió el esférico; de primera, el futbolista del Granada sacó disparo y venció sin problemas al Tala Rangel. 0-2 y el ridículo se estaba cocinando.

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Antes de que terminara el primer tiempo, llegó el tercero de Uruguay y doblete de Darwin Núñez. Nuevo error de Edson Álvarez pero ahora en tres cuartos de cancha; cedió mal la pelota, José María Giménez, del Atlético de Madrid, proyectó a Darwin Núñez.

El nueve uruguayo, que corre como si fuera una gacela, arrastró la pelota hasta zona de peligro para México; le pasó la pelota a Maxi Araújo, que juega en el Toluca. El choricero hizo una preciosa recepción dirigida con la zurda, eliminó a su marcador y ya dentro del área le cedió la pelota a Darwin quien solo cerró la pinza para el 0-3 de Uruguay. Goliza firmada.

Llegó el mediotiempo y la oportunidad para que Jaime Lozano le metiera mano a su equipo y cambiara porque estaba claro que esta alineación no le iba a servir de nada, con futbolistas totalmente rebasados, superados en todo sentido y que nunca habían jugando juntos.

Lozano decidió aguantar para el segundo tiempo y lanzó al mismo once con todo y que ya le había demostrado que lo único que pasaría con él sería recibir más goles. Y así pasó. Al 48′, otra proyección de Facundo Pellistri por la banda de la derecha, terminó en pase y Hat-Trick para Darwin Núñez. 0-4 y más de cuarenta minutos por disputarse, para desgracia de México y del técnico nacional.

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La goleada y la paseada uruguaya, encendieron la ira de la afición mexicana en el Empower Field de Denver, por lo que equivocadamente se lanzó una vez más el grito homófobico, lo cual provocó que el árbitro del encuentro Oshane Nation detuviera el encuentro unos minutos por protocolo.

Fue hasta ese momento que Jaime Lozano decidió meter modificaciones para evitar que le metieran más goles, aunque el daño ya estaba hecho y este encuentro ya no había manera de salvarlo. En todo caso, hacer un poco decoroso el marcador, lo cual tampoco consiguió México.

Entraron Luis Romo, Alexis Vega, Uriel Antuna, Carlos Rodríguez y Julián Quiñones, futbolistas en teoría titulares y que relativamente le cambiaron la cara al combinado nacional, aunque en realidad eso fue un espejísmo toda vez que Uruguay bajó notablemente las revoluciones y no quiso ensañarse con un rival que a todas luces era inferior.

Los charrúas fueron magnánimos y Bielsa también, quizá porque tiene algún afecto especial por México de sus años en el Atlas o porque lo han buscado varias veces para traérselo como técnico. El caso es que sacó al demonio Darwin Núñez y ya con eso el equipo mexicano respiró, si bien el aparato ofensivo de Uruguay aún era sumamente peligroso.

Los últimos 20 minutos de partido, el Tri presentó una cara mucho más decente y lo más peligroso fue un tiro libre que cobró Alexis Vega, que obligó al arquero uruguayo Sergio Rochet a mandar a tiro de esquina. De ahí en más, no pasó nada con México en la parte final del cotejo. El partido terminó con anticipación porque hubo gente que se metió al campo y el árbitro fue sensato y lo terminó ya con el marcador resuelto.

Un ridículo más de la Selección Nacional Mexicana, con un técnico como Jaime Lozano que esta vez claramente se equivocó en su planteamiento inicial y si bien es un juego amistoso del cual sacará conclusiones y seguramente a los jugadores que cortará para la lista final de Copa América, no puede presentar otra vez un equipo así, porque le puede costar su puesto en el banquillo. Le viene Brasil el sábado y a ver cuál México sale al campo.