Bloqueos campesinos se mantuvieron este jueves en Zacatecas, Chihuahua, Sonora, Guanajuato, Querétaro y Aguascalientes, junto con un cierre en la garita comercial de Mexicali que afectó el flujo hacia Estados Unidos, mientras productores fronterizos expresaron rechazo a la reforma hídrica y demandaron que el Congreso incorpore garantías para alumbramientos y perforaciones históricas que sostienen su actividad productiva en distritos agrícolas de alta presión.
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Un sector del FNRC, encabezado por Alberto de Santiago Murillo, convocó a suspender protestas al afirmar que los legisladores ya estaban en disposición de escuchar a los productores y revisar los artículos de la ley que consideraron lesivos, aunque organizaciones estatales insistieron en que la pausa no representó al movimiento completo porque persistía incertidumbre sobre el trato que recibirán los títulos y concesiones necesarios para la operación cotidiana en zonas rurales.
Dirigentes locales señalaron que la aprobación en lo general de la Ley General de Aguas en la Cámara de Diputados abrió un escenario de riesgo porque estimaron que el dictamen avanzará sin cambios al Senado, donde el debate se desarrolla en vía rápida, lo cual, dijeron, obligará a escalar movilizaciones mediante cierres carreteros adicionales y la presentación masiva de amparos para frenar disposiciones consideradas problemáticas por los distintos frentes agrícolas del país.
Líderes como Eraclio Rodríguez explicaron que evitaron manifestarse en la capital para no romper el diálogo con la mayoría legislativa, aunque advirtieron que, si el dictamen se mantiene intacto, no quedará otra vía que impulsar nuevas caravanas porque la presión directa sobre rutas federales ha sido el único mecanismo que abrió negociaciones, mientras la Gran Caravana de Tractores por el Agua ya mostró disposición de regresar a San Lázaro.
Dirigentes como Baltazar Valdez, de Campesinos Unidos de Sinaloa, coincidieron en que el movimiento no descartó bloquear la Ciudad de México si el Senado concluye el proceso sin ajustes, y afirmaron que miles de productores quedarán expuestos a vulnerabilidad legal y operativa si no se integran sus demandas centrales en el articulado que hoy se revisa bajo un procedimiento acelerado que tensó el clima social en regiones agrícolas clave.
Voceros de varias organizaciones señalaron que, pese a la existencia de mesas de diálogo, la permanencia de los bloqueos evidenció la desconfianza que persiste entre los distintos frentes campesinos, quienes advirtieron que mantendrán la presión en carreteras, garitas y puntos estratégicos hasta obtener garantías claras que eviten afectaciones profundas al campo mexicano dentro del nuevo marco regulatorio del agua.

Foto: Enrique Castillo / El Heraldo de Juárez 


