Campo y el cambio climático en la 4 T  

Según el secretario de Hacienda, México tiene una alta tasa de deforestación. En 2018 se deforestaron 166,337 ha, más del doble que hace 17 años.



AGENDA CONFIDENCIAL 

LUIS SOTO

Según el secretario “florero” de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, México ocupa uno de los primeros lugares en tasas de deforestación en el mundo. De acuerdo con la Comisión Nacional Forestal, para 2018 se estimaba una tasa anual de deforestación de 166 mil 337 hectáreas; cifra que representa más del doble que 17 años atrás, cuando se estimaba una tasa total de 79 mil 677 hectáreas deforestadas. 

En términos de conservación de suelo y agua también hay mucho por hacer: el sector agropecuario de México utiliza el 78% del agua extraída. Un porcentaje alto de la contaminación de los cuerpos de agua proviene de las actividades agropecuarias. En suelos se ha identificado que la mayor degradación del país se debe a la deforestación asociada a cambios de uso del suelo hacia actividades agropecuarias.
FIRA (Fideicomisos Relacionados con la Agricultura) ha participado en la emisión de Bonos Verdes y Sociales por un total de 27 mil 301 millones de pesos.  Estas acciones -aunque positivas, son aún insuficientes. El desafió todavía es gigante.  El entorno climático y comercial cada vez más incierto generará una mayor fragilidad de en la rentabilidad del campo, advierte. 

El titular de Agricultura, Víctor Villalobos (también “florero”, según sus detractores, porque el verdadero es el “ideologo del campo”, Víctor Suárez, quien ocupa la subsecretaría de “insuficiencia alimentaria”, perdón Autosuficiencia Alimentaria)   asegura que la dependencia puso en marcha durante este sexenio políticas y acciones sin precedente para impulsar la actividad primaria sostenible, bajo la visión de que la agricultura es parte de la solución al problema del cambio climático, con una transformación en las actividades productivas y los sistemas alimentarios. Expresó que México avanza hacia una agricultura sustentable, con buenas prácticas agrícolas y del cuidado de los suelos, lo que permite controlar la erosión, inducir la captura de carbono y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Sin embargo, reconoce que más de la mitad de los suelos nacionales presentan algún nivel de degradación y 20 por ciento de la superficie registra problemas de salinidad, procesos que se incrementan en contextos de cambio climático. 

La virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum, afirmó sobre el mismo tema de la reforestación: “Le tenemos un cariño especial al programa “Sembrando Vida”; lo vi por todo el país… representa el programa ambiental más grande de  todo el planeta, porque destina más recursos y se siembran más árboles que en todo el mundo…”

El subsecretario de Inclusión Productiva y Desarrollo Rural de la Secretaría del Bienestar presume que los sembradores y sembradoras de árboles (afiliados al programa Sembrando Vida y que reciben 6 mil pesos de mensuales del gobierno por cuidar los arbolitos) han logrado, por primera vez en la historia del país, sembrar en seis años más de 1, 200 millones de árboles en un millón de hectáreas, y contribuir a la reforestación, por supuesto, y en favor del cambio climático. 

¿A quién creerle en este delicado asunto del cambio climático que está causando estragos en nuestro país? ¿Al secretario “florero” de Hacienda? ¿Al de Agricultura? ¿A la virtual presidenta electa? ¿A la subsecretaría del Bienestar?  ¡Pues al de Hacienda! Responden los agroyuppies. 

@LuisSotoAgenda