El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) recibió un duro golpe este martes por la noche cuando el gobierno de Estados Unidos anunció la cancelación de 13 rutas aéreas operadas por aerolíneas mexicanas hacia territorio estadounidense, en una medida que intensifica las tensiones en materia de transporte aéreo entre ambos países.

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La decisión fue anunciada por Sean Duffy, secretario del Departamento de Transporte de Estados Unidos, quien justificó la acción como una respuesta directa al incumplimiento persistente de México con el acuerdo bilateral de transporte aéreo firmado en 2015.

La orden emitida por la administración de Donald Trump prohíbe a las aerolíneas mexicanas operar vuelos nuevos y algunos ya existentes desde el AIFA, ubicado en el Estado de México, marcando un punto crítico en las relaciones aeronáuticas bilaterales.

Alcance de las medidas estadounidenses

La nueva disposición del gobierno estadounidense va más allá de una simple reducción de rutas. La orden cancela todos los servicios combinados —aquellos vuelos en los que las aerolíneas transportan tanto pasajeros como carga en la misma aeronave— entre Estados Unidos y el AIFA.

Adicionalmente, la medida congela cualquier expansión de este tipo de servicios por parte de aerolíneas mexicanas entre Estados Unidos y el Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México, según precisó el comunicado oficial del Departamento de Transporte.

Esta restricción afecta directamente las operaciones actuales y los planes de crecimiento de las aerolíneas mexicanas que buscaban fortalecer su presencia en el mercado estadounidense a través de ambos aeropuertos capitalinos.

Las acusaciones de Estados Unidos contra México

El gobierno estadounidense fundamenta su decisión en lo que califica como un “comportamiento anticompetitivo persistente” por parte de México y el incumplimiento continuo del acuerdo bilateral establecido hace una década.

Según la dependencia estadounidense, México ha cancelado o congelado vuelos de aerolíneas estadounidenses durante tres años, violando sistemáticamente el tratado que regula el transporte aéreo entre ambas naciones.

“Hasta que México deje de jugar y cumpla con sus compromisos, seguiremos haciéndolo responsable”, declaró Sean Duffy en un comunicado contundente que refleja el endurecimiento de la postura estadounidense.

El secretario de Transporte fue enfático al señalar que “ningún país debería poder aprovecharse de nuestras aerolíneas, de nuestro mercado ni de nuestros pasajeros sin consecuencias”, dejando claro que estas medidas podrían mantenerse o incluso intensificarse si México no rectifica su posición.

Impacto en el AIFA y las aerolíneas mexicanas

El AIFA, proyecto emblemático de la administración anterior en México, enfrenta ahora uno de sus mayores desafíos desde su inauguración. La pérdida de 13 rutas hacia Estados Unidos representa un revés significativo para un aeropuerto que ha buscado consolidarse como una alternativa viable al saturado Aeropuerto Internacional Benito Juárez.

Las aerolíneas mexicanas que operan o planeaban operar desde el AIFA deberán replantear sus estrategias comerciales y rutas, mientras el conflicto diplomático se resuelve.

Esta situación también afecta a miles de pasajeros que utilizan estas conexiones aéreas para viajar entre México y Estados Unidos, uno de los corredores aéreos más transitados del mundo.

Conflicto bilateral

El acuerdo de transporte aéreo de 2015 entre México y Estados Unidos estableció las bases para regular los vuelos comerciales entre ambos países, buscando promover la competencia justa y el beneficio mutuo en el sector aeronáutico.

Sin embargo, según la versión estadounidense, México ha violado sistemáticamente este pacto durante los últimos tres años, creando condiciones desiguales que perjudican a las aerolíneas estadounidenses.

La respuesta de la administración Trump marca un endurecimiento en la aplicación de medidas de reciprocidad, un enfoque que el gobierno estadounidense ha adoptado en diversos frentes comerciales y diplomáticos con México.

Se espera que las autoridades mexicanas emitan una respuesta oficial ante estas acusaciones y la cancelación de las rutas, lo que podría derivar en negociaciones bilaterales para resolver el conflicto o, en el peor escenario, en una escalada de restricciones adicionales.

El futuro del AIFA y las operaciones de las aerolíneas mexicanas hacia Estados Unidos dependerá de cómo evolucione este conflicto en las próximas semanas.