Capacitan en la CDMX a los apicultores

22, mayo 2022

POR AIDA RAMÍREZ

 

México es un país mega diverso que cuenta con diferentes tipos de clima, en el que se encuentra un sinfín de floraciones de acuerdo con la época del año y la zona geográfica, lo que ha permitido tener variedad de mieles, ideales para satisfacer los distintos paladares.

Pero el fortalecimiento de la producción apícola en el Suelo de Conservación de la Ciudad de México permite generar beneficios económicos con la venta y compra de productos primarios como la miel, de manera directa entre productores y consumidores, además de representar un bien ecológico a nivel mundial porque reduce la huella de carbono que deja la actividad comercial al evitar el uso desmedido de combustibles fósiles para el transporte y refrigeración de productos.

De ahí que, ante y por la importancia que siempre han tenido las abejas para el ser humano, y en el marco del Día Mundial de las Abejas, la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México buscar preservar su labor ecosistémica en el suelo de conservación, por medio del programa Altépetl apoyando a 192 productores apícolas.

En ese sentido, con las Comunidades de Aprendizaje Campesino, las y los productores del Suelo de Conservación han recibido capacitaciones y acompañamiento para la certificación agroecológica y obtención del uso del distintivo agroecológico (Sello Verde).

El apoyo a los apicultores, a través de la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (Corenadr), ha sido con recursos económicos, en especie y capacitaciones, para  asegurar la salud y bienestar de las abejas del Suelo de Conservación, así como promover la producción apícola.

De esta forma, mediante el programa Altépetl, implementado desde 2019, se han apoyado a 13 mil 511 productores agrícolas y pecuarios con el propósito de fomentar actividades productivas agropecuarias sustentables y contribuir al rescate del patrimonio biocultural de los habitantes del Suelo de Conservación.

La miel es una sustancia dulce natural, producida por las abejas a partir del néctar de las flores, secreciones u otras partes vivas de la planta; ellas la recolectan, transforman, combinan con sustancias específicas propias y almacenan en el panal para que madure y añeje, de los cuales se extrae el producto sin ninguna adición (Codex alimentarius).

A través de las Comunidades de Aprendizaje Campesino, las y los productores del Suelo de Conservación han recibido capacitaciones y acompañamiento para la certificación agroecológica y obtención del uso del distintivo agroecológico (Sello Verde).

La certificación agroecológica garantiza que los productos apícolas obtenidos mediante el manejo agroecológico, se encuentren libres de antibióticos, plaguicidas y agroquímicos, además de promover la protección del medio ambiente, la preservación de la naturaleza, la biodiversidad, con unidades productivas sustentables, es decir, que los insumos que necesitan se obtienen de manera directa de las colmenas produciendo reinas, núcleos, cera, entre otros, los cuales son necesarios para el mantenimiento y supervivencia de los apiarios.

Una de las grandes amenazas que enfrentan los polinizadores, como las abejas, en la actualidad es el cambio climático y el uso de agroquímicos.

Pero para apoyar en su conservación, en la Ciudad de México se han creado 623 jardines para polinizadores, 535 de ellos como parte del programa Jardines para la Vida, en el que se capacita a mujeres en jardinería especializada en polinización.

Un total de 68 jardines se crearon en diversos Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes (PILARES), cinco acompañan a las bardas vivas (enredaderas) que han sido colocadas en muros de zonas donde predomina la infraestructura gris y 15 jardines de este tipo se crearon en los bosques urbanos de Chapultepec y San Juan de Aragón.