Carlos Alcaraz ha podido saciar la sed de venganza que guardaba en lo más profundo de su corazón al por fin vencer a Novak Djokovic. El español derrotó de manera contundente al serbio para sellar su pase de vuelta a la Final del US Open 2025. Lo ha conseguido tras sendos descalabros ante ‘Nole’ en el partido por la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París 2024 y los Cuartos de Final del Australian Open a principios de este año.
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En un choque generacional que sintetiza la implacable evolución del tenis y el inexorable paso del tiempo, Carlitos se impuso con contundencia sobre ‘The Djoker’ en sets corridos por parciales de 6-4, 7-6(4) y 6-2 para volver a la Final del último Grand Slam del año.
El partido, disputado ante más de 23 mil espectadores en un Arthur Ashe Stadium repleto, no fue solo una Semifinal, pues ha sido un testimonio del ascenso imparable de un nuevo campeón y el reconocimiento a una leyenda que luchó hasta el último instante contra el paso del tiempo.
Desde el primer punto, el nacido en El Palmar, España, demostró una madurez inusitada para un chico de tan solo 22 años de edad. Presionó constantemente a su veterano rival de 38 años con la consistencia y profundidad de sus devoluciones y con una capacidad única para romperle el servicio. Aunque en ocasiones se mostró tenso en los peloteos de fondo, su saque funcionó como un baluarte inexpugnable, lo que le permitió dominar con comodidad sus juegos de servicio en el primer set.
Final act bound 🎬
— US Open Tennis (@usopen) September 5, 2025
For the first time since 2022, Carlos Alcaraz is in the US Open title match! pic.twitter.com/K8D0R0lPmh
Frente a Carlitos, Djokovic se mostró plano y errático. Sus destellos de genialidad, como un impresionante revés a la línea que llevó un juego al empate, fueron contrarrestados por errores inusualmente descuidados, particularmente, en devoluciones de segundo servicio. El serbio, que no competía desde Wimbledon antes de este torneo, llevaba sobre sus hombros el peso de los años y la extenuante demanda del mejor de cinco sets. Cada visita al fisioterapeuta a lo largo de la semana había sido un recordatorio de la batalla física que libraba.
Un momento de esperanza surgió al inicio del segundo set, cuando Djokovic desplegó su veteranía para romper el servicio de Alcaraz en un juego defensivo supremo, culminado con un globo perfecto que provocó el error del español. Sin embargo, esta fue solo una pausa en lo inevitable.
La superioridad de Alcaraz en el golpeo y su atletismo crearon una diferencia abismal en los momentos clave. Aun así, con la tenacidad que le ha definido, Djokovic luchó con uñas y dientes para superar las tensas sujeciones y forzar el tiebreak. Ahí, en el momento que en el pasado hubiera sido tierra fértil para una remontada típica de ‘Nole’, se selló el destino del partido.
Lejos de la “montaña rusa” de sus primeros años, Alcaraz mantuvo la compostura y la serenidad —en contraste con un desesperado Novak— en el tiebreak, sin conceder un ápice de oportunidad. Al cambio de lado, la imagen lo decía todo, con el balcánico con un masaje en el cuello por parte de su entrenador, mientras el último set se convertía en una mera formalidad.
Con esta victoria, Alcaraz alcanza su tercera Final de Grand Slam consecutiva este año y su octava Final seguida en total. Pero ahora llega por primera vez a una sin perder un set, incluso tras haber tenido que enfrentar al más ganador de todos los tiempos. A sus 22 años, se convirtió en el tercer jugador más joven de la era abierta en alcanzar siete finales de major, solo por detrás de Björn Borg y Rafael Nadal.
“La verdad es que me siento increíble, significa mucho para mí”, declaró el español al finalizar el encuentro. “No fue mi mejor nivel del torneo, pero mantuve un buen nivel desde el principio hasta el último punto”.
Para Djokovic, la derrota estuvo matizada por un reconocimiento inusual. El público de Nueva York, históricamente hostil hacia él, coreó “¡Nole, Nole!”, en apoyo al serbio y ovacionó cada esfuerzo defensivo como si fuera un adiós. Al abandonar la pista, el balcánico simuló corazones con las manos hacia las gradas, mientras recibía una larga y sentida ovación. Emotivo reconocimiento a un guerrero que, aun sin el nivel físico de antaño, nunca dejó de luchar.
Aprendiendo del mismísimo Maestro 🙌 pic.twitter.com/oh8MAOCNpN
— US Open Tennis (@usopen) September 5, 2025

Foto: Reuers 


