Carlos Alcaraz caminó sigilosamente por el vestidor con una botella de Champagne en mano hasta donde el resto de su equipo lo esperaba para desatar una guerra de espuma y celebrar así su título del US Open 2025. El español apenas tiene 22 años de edad, pero ya acumula seis títulos de Grand Slam, mismos que lo validan como el segundo tenista más joven de la historia en alcanzar esa cifra. Además, recuperó el número 1 del mundo del ranking ATP.

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Carlitos venció a su rival generacional Jannik Sinner —que hasta ese momento dominaba el ranking ATP con 65 semanas en la cima— en la Final del US Open por parciales de 6-2, 3-6, 6-1 y 6-4, en un partido espectacular, de intensidad y estrategia. Con su victoria, consolidó su leyenda y acrecentó una rivalidad que promete marcar una era en el tenis mundial.

El nacido en El Palmar, España, venía de superar al más ganador de todos los tiempos, Novak Djokovic, en Semifinales. El italiano, por su parte, llegó a la final tras derrotar a Félix Auger-Aliassime y acumular un impresionante récord de 26-2 en Grand Slams este año. Sin embargo, Alcaraz fue muy superior, capitalizando un plan meticuloso diseñado junto a su entrenador, Juan Carlos Ferrero, tras analizar exhaustivamente los enfrentamientos previos contra Sinner en Wimbledon y Roland Garros.

Tras el último punto, la euforia se desató. Carlitos se retiró a los vestuarios, donde fue recibido por su equipo con botellas de Champagne y un baño improvisado de alcohol. “Todos estábamos cubiertos de alcohol”, relataron testigos. Las imágenes mostraron a un Alcaraz radiante, rodeado de Ferrero y su círculo más cercano mientras celebraba el segundo título del US Open de su carrera, tras el conseguido en 2022.

La fiesta no terminó en el estadio. El murciano llevó las celebraciones al exclusivo club Chez Margaux, en el distrito Meatpacking de Manhattan, un punto de encuentro para celebridades como Taylor Swift y campeones del tenis, como lo demostró la presencia de Aryna Sabalenka, ganadora del cuadro femenino.

Este local, inspirado en la elegancia parisina y la vibrante escena nocturna londinense, exige una membresía anual de entre 3 mil y 4 mil dólares. Su cocina, liderada por el prestigioso chef Jean-Georges Vongerichten, fue escenario de un encuentro especial, ya que el propio chef felicitó a Alcaraz y compartió una foto en redes sociales, donde lo nombró como “uno de los grandes campeones”.

En Chez Margaux, Alcaraz compartió mesa con modelos como Brianna Bardhi y Tika Camaj, quienes posaron junto al tenista, aún sonriente por el brillo de su victoria. La noche coincidió con la fiesta posterior a los Premios MTV VMA, por lo que también llegaron figuras como Lupita Nyong’o, Jamie Foxx y una actuación de Cardi B, que consolidó al club como epicentro de la élite deportiva y del espectáculo.

El duelo entre Alcaraz y Sinner no ha sido solamente un enfrentamiento deportivo, sino una narrativa de respeto y competencia que transforma el tenis en plena transición de la era del Big Four. Juntos, estos nuevos ídolos del deporte blanco han conquistado los últimos ocho títulos de Grand Slam, equitativamente. Alcaraz domina en superficies naturales como Roland Garros y Wimbledon, mientras que Sinner era imbatible en cancha dura en Australia y US Open, hasta esta final.

La victoria de Alcaraz en Nueva York marcó un punto de inflexión, pues rompió la racha de 27 triunfos consecutivos de Sinner en Grand Slams sobre pista dura. “Ha mejorado”, admitió Sinner. “Lo que yo hice bien en Londres, hoy lo hizo mejor él”, agregó el italiano.

“Siento que puedo hacerlo todo”, afirmó el español, mientras posaba con el trofeo. Sin embargo, Sinner no se rinde: “Fui muy predecible hoy. Ahora depende de mí hacer cambios para ser menos predecible”, reflexionó, consciente de que su récord contra Alcaraz es 1-4 este año.

La leyenda Rod Laver resumió la nueva realidad del tenis con un “Big Two” tras la Final: “¿Quién puede detenerlos?”. Alcaraz, con 22 años y 125 días, es el segundo jugador más joven en alcanzar seis Grand Slams, solo superado por Björn Borg.

En tanto, Sinner, con 24 años, es el primero en llegar a cuatro finales de Grand Slam en una temporada. Juntos, lideran un cambio de guardia en el tenis, dejando atrás a Novak Djokovic, Rafael Nadal y Roger Federer.

“Su rivalidad es formidable y parece destinada a durar”, aseguró Djokovic, quien a sus 38 años es testigo de la evolución de estos dos prodigios. Para Juan Carlos Ferrero, el éxito de Alcaraz radica en su madurez: “Hemos sido claros en lo que debe mejorar dentro y fuera de la cancha, y ahora está en una etapa más madura”.

Nadal, por su parte, destacó el potencial de ambos: “Tienen margen de mejora, ¡y ya son tan buenos!”. Mientras Alcaraz apunta a su primer Australian Open y Sinner a Roland Garros, el tenis mundial se prepara para más capítulos de esta rivalidad épica que, por ahora, no tiene contendientes a la vista.