La Copa Davis se le escapó dramáticamente al equipo español. Un sueño que se torció en el último acto frente a Italia, que —a pesar de no contar con su Top 10 Jannik Sinner— demostró una contundencia arrolladora durante toda la semana en Bolonia para sellar un triplete histórico.

La derrota española fue seguida con atención desde casa por Carlos Alcaraz, quien no pudo participar en el evento debido a una lesión menor. Su presencia hubiera sido un activo incalculable, pero el murciano no dejó de apoyar a los suyos.

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“¡Enhorabuena a Italia por otra Copa Davis! ¡Muy orgulloso de nuestra gente! ¡Increíble!”, publicó en su cuenta de Instagram y acompañó el mensaje con unas emotivas palabras para su equipo: “Caímos de pie. Caímos juntos. Y juntos nos levantaremos. Seguiremos soñando. Volveremos”.

Desde la distancia, otro ídolo del tenis español, Rafael Nadal, artífice de cinco de los seis títulos de España en la Copa Davis, quiso reconocer el esfuerzo del equipo. En su perfil de X (antes Twitter), escribió: “¡Increíble semana en la @daviscup! Enhorabuena @davidferrer1982 @munarclar @pablo_carreno_ @marcelgranollers @martinezportero”.

El camino de España hacia la final fue un ejercicio de tenis, corazón y resistencia. No fue un paseo, sino una lucha cuerpo a cuerpo en cada eliminatoria.

En cuartos de final, ante la República Checa, la cosa se complicó cuando el joven Jakub Mensik venció a Pablo Carreño Busta. La respuesta llegó de la mano de Jaume Munar, que doblegó a Jiri Lehecka, forzando un decisivo partido de dobles. Marcel Granollers y Pedro Martínez asumieron la presión y lograron la victoria en un duelo de nervios.

La semifinal contra Alemania fue aún más dramática. Carreño Busta logró una victoria vital ante Jan-Lennard Struff, pero Munar no pudo contra el número tres del mundo, Alexander Zverev. Todo se decidió nuevamente en dobles, donde la pareja española cerró la eliminatoria en un agónico set final, clasificando a España para su primera final desde 2019.

Sin embargo, en la final, les esperaba Italia. Los transalpinos, imbatibles en Bolonia, encontraron en Matteo Berrettini a su talismán. El italiano, que no había perdido un set en toda la semana, fue imparable ante Carreño Busta.

Todas las miradas se posaron en Jaume Munar, encargado de mantener viva la llama frente a Flavio Cobolli. El español ganó el primer set, pero no pudo sostener el ritmo. Cobolli remontó con firmeza y, con un break crucial al final, selló el punto del campeonato para Italia, desatando la euforia en el equipo azzurri.

Aunque el final no fue el soñado, el futuro ya llama a la puerta. La Copa Davis 2026 está en el horizonte y España, por haber alcanzado la final, tiene ventaja, ya que estará exenta de la primera ronda de clasificación. Comenzará directamente en la segunda ronda, enfrentando a Chile o Serbia en septiembre de 2026, con la fase final programada para noviembre.

La gran esperanza para la próxima edición será el regreso de un Alcaraz sano, un refuerzo de lujo que podría cambiar las tornas. Sin embargo, otras naciones también se fortalecerán, con el esperado retorno de Sinner y Lorenzo Musetti con Italia, prometiendo reeditar un duelo de gigantes.