AIDA RAMÍREZ

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Los mejores resultados de los principales indicadores económicos dados a conocer en recientes días­, se deben considerar con cautela para evitar escenarios demasiado optimistas, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), y es que será hasta los primeros meses de 2023 cuando realmente se verán los resultados obtenidos en materia económica durante 2022.

En este sentido, el organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), aseveró que el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), el principal indicador de la actividad económica, ha mostrado un mejor desempeño en los meses recientes y, entre otras cosas, ha generado una mejoría de las expectativas para el cierre del año.

“Los pronósticos de los especialistas se acercan al tres por ciento en promedio, e incluso algunos lo superan”, dijo, pero observó que el repunte del IGAE en términos anuales se debe en cierta medida a un efecto aritmético y su nivel no parece encaminarse aún hacia una recuperación dinámica y sólida.

Y es que, recordó que una señal negativa es que la inversión, el principal generador de crecimiento sostenido, no da señales claras de fortalecimiento, toda vez que, después de un repunte mensual significativo en agosto pasado, de 1.8 por ciento, el Índice de la Inversión Fija Bruta en septiembre volvió a terreno negativo con una disminución de 0.9 por ciento; sumando cinco meses con reducción en el año.

“Su incremento anual fue de 4.2 por ciento, que parece elevado, pero como en el caso del IGAE, la cifra se debe principalmente a un efecto aritmético en la comparación con el año pasado. Con estos resultados, el índice de la inversión ya supera su nivel prepandemia en 2.2 por ciento. Pero ello dista de ser satisfactorio bajo cualquier punto de vista”, subrayó.

El CEESP señaló que su recuperación ha sido sumamente lenta. Su nivel es aún 11.5 por ciento más bajo que en julio de 2018.

En cuanto a la inflación, el organismo dependiente de la cúpula empresarial, sostuvo que INEGI informó que en noviembre los precios al consumidor aumentaron 0.58 por ciento, impulsados principalmente por el alza de 0.45 por ciento en los precios del subíndice subyacente, dentro del que resaltó el aumento de 0.65 por ciento en los precios de alimentos, bebidas y tabaco.

Pero los precios del subíndice no subyacente se elevaron 0.94 por ciento en el mes, principalmente por el repunte de 2.88 por ciento en los precios de energéticos, impulsado por el incremento de 20.3 por ciento de las tarifas eléctricas, consecuencia de la terminación de las tarifas de temporada cálida en diversas ciudades del país.