Celtic de Glasgow enfrenta un nuevo procedimiento disciplinario por parte de la UEFA tras los hechos ocurridos el jueves en Celtic Park durante el duelo de Europa League ante el Braga.

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En la grada donde se ubica la Green Brigade, el grupo ultra del conjunto escocés, los aficionados desplegaron una pancarta en la que acusaban al organismo rector del fútbol europeo de ser “cómplice de genocidio” por permitir la participación de equipos israelíes en competiciones internacionales.

El club no es ajeno a este tipo de sanciones. En los últimos años, ha acumulado advertencias y multas por protestas similares, incluida la exhibición de banderas palestinas en encuentros de Champions League. Actualmente, pesa sobre el Celtic una sanción condicional que contempla la prohibición de asistir a un partido como visitantes durante dos años, lo que eleva el riesgo de una resolución más severa en esta ocasión.

De acuerdo con el reglamento de la UEFA, están prohibidos los mensajes políticos dentro de los estadios, por lo que el club escocés podría enfrentarse a una nueva multa o a la activación de sanciones previas.

La protesta se enmarca en la polémica sobre la continuidad de Israel en las competiciones internacionales, un tema que ha generado un profundo debate político y deportivo. Naciones Unidas publicó recientemente un informe en el que acusa a Israel de cometer actos de genocidio en Gaza, mientras que el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ha reiterado que el fútbol debe “promover la paz y la unidad”, pero no convertirse en árbitro de conflictos geopolíticos.