Los Minnesota Vikings visitarán a los Los Ángeles Chargers en un duelo entre dos equipos que buscan recuperar su mejor versión cuanto antes. La Semana 8 de la NFL 2025 inicia con un choque de Jueves por la Noche entre un par de franquicias que buscan desesperadamente consistencia, al haberse desplomado tras comenzar el año con altas expectativas.
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Los Vikings llegan a SoFi Stadium, Los Ángeles, California, con su identidad ofensiva en el aire. Si bien la defensa del equipo —liderada por el coordinador Brian Flores— ha tenido altibajos, su inconsistencia se ha agravado por la presión de un ataque que no termina por despegar. En tanto, la temporada de los Bolts se ha menguado a pesar de un inicio prometedor de la mano de Jim Harbaugh.
El novato JJ McCarthy ha mostrado signos de inexperiencia, y tras una lesión, el veterano Carson Wentz ha tomado las riendas del equipo y lo hará al menos por una semana más. Sin embargo, el expasador de Philadelphia Eagles no ha logrado consolidar su posición.
Sus múltiples intercepciones y la palpable desconfianza en el campo han sido un lastre. La actuación de la semana pasada contra los Eagles fue una muestra cruda de sus problemas, con indecisión, miradas fijas a sus receptores y una eficiencia en la zona roja calificada de “inaceptable” tras convertir solo un touchdown en seis incursiones. Aunque su atletismo le da un margen de juego terrestre, su promedio de carrera sugiere que no es una amenaza abrumadora.
Harbaugh se quedará con las ganas de enfrentar a su pupilo predilecto McCarthy, con quien llevó a Michigan a una temporada perfecta y a la victoria en el Campeonato Nacional de Fútbol Universitario 2024, el primer título del programa desde 1997. Pero estará aliviado de no tener que jugar contra el mejor quarterback de Minnesota, en aras de recuperar terreno perdido.
Y es que los Chargers regresan a casa con la moral golpeada tras una derrota 38-24 ante los Indianápolis Colts. El equipo es la definición de una contradicción, pues poseen un ataque brillante y una defensa que parece no tener respuestas. Justin Herbert sigue siendo el motor de un sistema de pases de alto volumen, respaldado por un arsenal de receptores lleno de sorpresas. Pero sigue sin ser suficiente.
La más grata de todas sus noticias ha sido la del tight end novato Oronde Gadsden II, hijo del exjugador de la NFL. Tras su debut espectacular la semana pasada con 7 recepciones para 164 yardas y un touchdown, se ha convertido en un arma secreta y confiable para Herbert. En las últimas dos semanas, ha capturado 14 de 16 pases, lo que representa más del 25% de los pases completados del equipo.
La esperanza para Los Ángeles reside en el esperado regreso del tackle izquierdo Joe Alt, cuya presencia debería fortalecer la línea ofensiva, que ha tenido problemas para proteger a Herbert. En tanto, la historia reciente añade un condimento extra. La última vez que se enfrentaron, Herbert destrozó a la defensa de Flores —entonces en su primer año con los Vikings— con más de 400 yardas por aire. Si bien la unidad de Minnesota ahora es más definida y agresiva, el recuerdo de esa derrota en 2023 sigue presente.
En general, ambos equipos se han visto las caras en un emparrillado en 15 ocasiones con saldo de ocho triunfos nórdicos contra siete angelinos. Este duelo se perfila como un pulso entre la capacidad de los Vikings para presionar a Herbert y la habilidad de este para encontrar a sus receptores, especialmente al emergente Gadsden. Mientras, la ofensiva de Minnesota, con un Wentz titubeante, se enfrenta a una defensa de los Chargers que ha sido generosa al permitir muchas yardas, pero que podría encontrar oportunidades ante la propensión del QB a las intercepciones.
En un escenario donde la redención es el tema principal, ambos equipos buscan un triunfo que les permita enderezar el rumbo en una temporada que, por ahora, se les escapa entre las manos.




