MARTÍN AVILÉS
Foto: Reuters
Checo Pérez peleó con uñas y dientes para demostrar que merecía ocupar un asiento en Red Bull Racing junto a Max Verstappen, pero terminó abrumado por el constante asedio mediático del que fue víctima a lo largo de un trastabillado año en el que los sábados se convirtieron en su bestia negra. El mexicano tuvo una temporada de contrastes, por lo que no tiene margen de maniobra y deberá demostrar en 2024 que puede prolongar su estadía en el equipo más poderoso de la Fórmula 1.
En el recuento de los daños, Pérez Mendoza cosechó dos triunfos en las primeras cuatro carreras, pero se desinfló súbitamente a partir de la carrera de Mónaco, cuando hiló cinco sesiones de clasificación sin poder avanzar a la Q3, lo que provocó un estallido de críticas sobre su inconsistencia.
“Creo que necesitamos un mejor ritmo y una mayor consistencia. Creo que pasamos por una especie de montaña rusa este año. En 2024 tendremos una nueva oportunidad”, dijo en entrevista para Sky Sports de Inglaterra al término de su mejor temporada en el Gran Circo.
El jalisciense de 33 años de edad ingresó al Top 10 a lo largo de las clasificaciones en el año, en el 59% de las qualys, mientras que al Top 5 en las calificaciones únicamente accedió en el 36% de las oportunidades.
La posición promedio de salida del azteca fue 8.1 (octavo), un lugar bastante lejano a las expectativas del equipo con base en Milton Keynes, al tener el segundo mejor auto del serial.
“Para ser sincero, sentí que no estaba totalmente en armonía con el coche. Espero que el año que viene sea mucho mejor, mucho más fuerte. Regresamos a finales de año. Creo que las últimas carreras han sido mucho más fuertes para nosotros. Max (Verstappen) ha hecho la mejor temporada de la historia, ha estado sobresaliente”, explicó el tapatío.
Recién en Abu Dhabi largó noveno y se quedó corto en su intento por acceder al podio debido a una polémica sanción de la FIA debido a un contacto entre las gomas delanteras de su RB19 con el McLaren de Lando Norris, por lo que a pesar de finalizar segundo, tuvo que conformarse con el cuarto puesto tras el castigo de cinco segundos, por lo que estiró a 13 carreras con solo un podio —obtenido el año pasado— en Yas Marina.
El azteca subió nueve veces al podio (dos triunfos, cuatro segundos lugares y tres terceros puestos), eso quiere decir que en el 40% de las carreras quedó entre los tres primeros lugares a pesar de contar con el segundo mejor coche de la parrilla. En tanto, la posición promedio entre las 22 carreras para Pérez Mendoza fue el cuarto peldaño.
Eso quiere decir que de no haber sido por su tremendo inicio de temporada, habría finalizado muy lejos de ese histórico segundo lugar en el Campeonato Mundial de Pilotos.
Pero más allá de las estadísticas, lo cierto es que Checo batalló a pesar de las vicisitudes a las que se enfrentó y bien puede presumir de un subcampeonato del mundo que lo acredita como el mejor de los mortales, ante un ‘Mad Max’ magnánimo.
Y es que en su temporada 2023, el tapatío recibió sanciones, sufrió accidentes, fue víctima de malas estrategias de equipo y también es cierto que cometió varios errores al volante como ocurrió con solo 15 segundos de haber iniciado el Gran Premio de México y chocar con Charle Leclerc en una auténtica tragedia nacional. Mención aparte para ese fuego cruzado dentro del propio seno del equipo de las bebidas energéticas donde más parece tener al enemigo en casa en la figura del asesor Helmut Marko.
Será pues un 2024 revelador para el de Guadalajara, Jalisco, toda vez que será el último año de su contrato con el equipo de Milton Keynes. De permanecer ahí la siguiente temporada, tendrá la obligación de convencer al mundo motor de que es digno del asiento más caliente de la parrilla, al ser el más asediado al estar al alcance de los mortales que miran desde abajo a Verstappen encumbrarse como uno de los mejores de todos los tiempos.